SABÍAS ?
¿SABÍAS?MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS
SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA
¿ Y SU ORIGEN? :
El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".
¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...
¿Cuál es el fìn del MLO?
Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.¿Cómo lograr esto?
A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.
¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.
Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.
Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias
sábado, 17 de abril de 2021
lunes, 12 de abril de 2021
AÑO MISIONERO ORIONITA, PHMC
CARTA A DON STERPI EN EL 25 ANIVERSARIO DE DON ORIONE
una carta en la cual Don Orione, recordando el 25 aniversario de su ordenación sacerdotal, explicaba a Don Sterpi los secretos de su espíritu de Fundador. Nos parece que se trata de un documento importante,
tanto para interiorizarnos del desarrollo de la obra, como para profundizar nuestro conocimiento del Fundador.
Esta carta parece irreal por su distancia de todos los mecanismos burocráticos y financieros: nada fijo, ni estereotipado, ninguna vinculación. Las ayudas que la Pequeña
obra acepta no deben convertirse nunca en cápsulas ni ataduras para su actividad de bien; una inmensa libertad de apostolado campea en estas pocas páginas que revelan un secreto más celestial que terrenal. Todo aquello que, humanamente hablando, constituye un apoyo y una cómoda seguridad, como el encuadramiento en los esquemas del gobierno, aquí es rechazado claramente: la Obra debe mantener una ductilidad superior, una plena independencia de ataduras políticas u oportunistas, debe seguir siendo plasmable e incandescente como el hierro en la forja o como el espíritu en la oración mística. La libertad de la inspiración sobrenatural y la verdadera práctica caritativa serán las dos características privilegiadas de un Instituto que echará profundas raíces en la sociedad, manteniéndose alejado de cualquier traba y estando pronto para extenderse y ocupar el horizonte. A esta altura, se respira exactamente la atmósfera del Cottolengo, de San Juan Bosco, de Murialdo, de Don Guanella, y después de haber estudiado bien el secreto de Don Orione, encontramos un vástago singular que no se somete a las podas de los jardineros del mundo y que, precisamente por eso, no se marchita: no lisonjea a los hombres con aromas terrenales, pero exhala un extraordinario perfume de Providencia.
|p5 He aquí la carta-programa escrita a Don Sterpi, relativa al "espíritu papal y la libertad en el bien":
"En medio de tantos pecados, ingratitudes, frialdades, errores, carencias y deficiencias, estos 25 años, con la divina gracia y por la divina gracia, fueron 25 años de amor y fidelidad al Santo Padre y a la Santa Madre Iglesia; por la gracia divina se cumplió en todo, en lo espiritual, en lo doctrinal, en la disciplina, en lo temporal y en todo lo temporal; respecto a las órdenes de la Santa Sede, y en relación a sus deseos, en todo lo pedido, o deseado, fuimos hijos fieles, humildes y amantísimos a Sus pies benditos.
"Ahora es necesario mantener este espíritu de obediencia papal y continuar sirviendo a la Iglesia con todos nosotros mismos y volver a empezar en todo a ser enteramente de Dios, con todo el fervor del alma, y con toda y para toda la vida, con fe grande, con caridad grande, con un gran abandono en la Divina Providencia.
"Parte de este espíritu que debemos cultivar siempre en nuestra pequeña y querida congregación, es también aquel santo y vivísimo deseo de la libertad en las obras de Dios: no queremos que este siglo, con su soplo mortal y laico, reseque, intoxique y destruya el espíritu de la fundación de las Casas de la Divina Providencia.
"Las Casas de la Divina Providencia nunca deben constituirse en forma jurídica: las obras que la Divina Providencia hace surgir misericordiosamente a nuestro paso, no deben ser oficiales, porque pronto se esterilizarían y ya no tendrían ese perfume de religiosidad y caridad que debe caracterizar a nuestros institutos. Vivimos tiempos inciertos, sumamente pasionales y cambiantes; por eso, no pretendo que nuestras obras de caridad se vinculen con hombres o instituciones políticas, ni a la política de los tiempos y de los hombres o a los partidos políticos.
"Respeto a todos porque soy católico, hijo de la Santa Iglesia Católica y muy devoto del Papa, y siento también que amo mucho a la Patria, pero no quiero que el Gobierno entre en nuestras obras de caridad, porque las arruinaría y deformaría; tenemos un espíritu totalmente distinto.
"Mirad bien: no es que no quiera obedecer las leyes del gobierno ni faltar al respeto debido a las autoridades civiles y políticas del Estado, ¡no! en absoluto. Sabéis cómo me relaciono con las autoridades y cómo me presté siempre, cuando pude, para complacerlas y ayudarlas. Sólo quiero ser extremadamente libre en el bien, mientras no dejo pasar ninguna oportunidad de constituir nuestras humildes obras en amor y en acuerdo con las autoridades eclesiásticas y el gobierno.
"Pero no quiero que estas obras se constituyan legalmente, porque estimo - como pensaban el Venerable Padre Ludovico de Casoria y otros insignes hombres de Iglesia y buenos patriotas - que el asignar a las obras de caridad una vida jurídica es como querer encerrar a un niño en un cerco de hierro, impidiéndole el desarrollo. Cuando una obra de caridad y de culto se convierte en entidad con personería jurídica, se enfrían aquellos a quienes atiende y trabajan en ella; se convierten en obras que se fosilizan y, en general, fosilizan el espíritu de aquellos a quienes está dirigida; se convierten en obras de cálculo humano, son totalmente humanas; se pierde ese perfume espiritual, aquel espíritu de Providencia que es precisamente el propio bien, y a menudo se pierde también el espíritu y la bendición de Dios: es lo que siempre constaté...
"A este espíritu debe unirse un gran espíritu de oración; hasta ahora, recé poco. Es preciso para mi alma y para el bien de la Congregación que rece mucho más. Los Santos se deleitan en las oraciones.
"¡Que Nuestro Señor se digne colocarme bien firme sus santas manos perforadas sobre la cabeza y asistirme, a pesar de todos mis pecados y no abandonarme más!
"Confío también en la Virgen para esta gracia que hoy le pedí para mí y para vosotros...
"En cuanto al querido canónigo, y sus cosas, ha de saber que el Instituto de los Hijos de la Divina Providencia no trata de ensoberbecerse y aparentar ante los hombres; una de las características fundamentales de nuestra pequeña congregación debe ser la humildad y la plena confianza en la Providencia.
"Por lo que dije antes, debéis rezar y poneros de acuerdo muy claramente con él sobre la fundación de Prunella. Si pretende que las obras de culto y de caridad que se realicen a los pies de la Virgen Dolorosa sean verdaderamente obras que nuestra Congregación hace suyas y anima con su espíritu – sin desviar el objetivo de la fundación Prunella, ni distraer fondos - si quiere, en una palabra, que su propiedad tarde o temprano se convierta en un verdadero Instituto de nuestra Congregación, entonces deberá atenerse a ese espíritu y a ese criterio expuestos, y que así como, con la gracia de Dios, me obligaría ante la Santa Sede (y todos los que vinieran después de mí, se obligarían), antes de heredar, a no cambiar el fin y el objetivo de la institución de Prunella, de la misma manera no estamos dispuestos a renunciar a un gramo de nuestro espíritu por todo el oro del mundo. Ni las rentas ni los bienes de Prunella, ni de miles de Prunella, harán prosperar esa Casa y Santuario ni nos traerán la bendición del Señor y de la Dolorosa, sino el espíritu de Nuestro Señor Jesucristo: espíritu de fe humilde, de caridad, de humildad, de pobreza, de oración, de acción y de sacrificio para la caridad. Si hemos visto a través de los años que es el Señor quien suscitó esta gran Obra y Su Divina Providencia la mantiene, a pesar de nuestros grandes pecados, debemos cuidarnos bien de querer cambiar el espíritu con que ella nació y cambiarle la impronta que Nuestro señor pareciera haberle dado" <160>.
LA ORDENACIÓN SACERDOTAL DE DON ORIONE: MONSEÑOR VIOLA
Desde la capilla del Episcopio de Tortona, donde Don
Orione fue ordenado sacerdote el 13 de abril de 1895, Mons. Vittorio Viola
envía un mensaje de video a toda la familia Orionine. «Queridos hermanos y hermanas de la Familia Orionina -
Mons. Viola comienza - Deseo unirme a ustedes con este video para poder
celebrar con ustedes el 125 aniversario de la Ordenación Sacerdotal de Don
Orione que tuvo lugar aquí en la capilla del Episcopo el 13 de abril de 1895,
por la imposición de manos y la oración de consagración de Mons. Igino Bandi ».
«Don Tarcisio y la Madre Mabel - continúa el obispo - tuvieron una idea maravillosa
de pedirle que participe espiritualmente unida porque esta pequeña capilla
ciertamente no puede contener a toda la Familia Orionina, incluso si lo desea.
Fue una buena idea reunirnos aquí para celebrar la Eucaristía en el día del aniversario,
este año el lunes de Pascua, una Eucaristía presidida por Mons. Giovanni
D'Ercole. La situación que estamos viviendo no ha hecho posible esta reunión, y
todavía tengo el deseo de hacer que te quedes en este lugar. Estos son días
difíciles cuando la familia Orionina ha sido juzgada de una manera particular,
especialmente aquí en Tortona; recordamos a nuestros queridos sacerdotes, a
nuestras hermanas y queremos descansar un poco incluso en este recuerdo de la
ordenación de Don Orione, Mons. Viola se detiene en la "ordenación"
que "es un hecho que ocurre dentro de la vida de un hombre; es una
irrupción del amor de Dios que llama, que espera una respuesta de entrega, es
una intervención de su gracia, una acción que ocurre, a través de la mediación
de la Iglesia, dentro de la vida de un hombre que está llamado a participar de
una manera particular al sacerdocio de Cristo. Un evento, un hecho». «Me gusta
pensar que este lugar –continúa el obispo–, estos muros, aún contienen el perfume
de esa intervención de gracia. Creo que, con razón, esto puede considerarse un
santuario de Orionina porque aquí sucedió lo que marcó el corazón sacerdotal de
Don Orione de donde nació toda la Familia Orionina. De alguna manera, todos
ustedes están contenidos dentro de este ardor de caridad apostólica y
sacerdotal, del corazón de Don Orione. Ese fuego se encendió aquí, en virtud de
la imposición de manos y esa oración de consagración». La reflexión del obispo pasa luego a dos escritos de
Don Orione que "nos permiten intuir algo de ese ardor que es el corazón
sacerdotal de Don Orione, el ardor de la caridad". Al concluir su mensaje, Mons. Viola reitera: «Me gustó
leer estos textos con ustedes, que ciertamente conocen y aman más que a mí,
pero me gustó hacerlo aquí, en este lugar, queriendo darles la bienvenida a todos
aquí, en este lugar, solo para hacerlo. agradecido recuerdo a Dios por el
misterio, el sacramento de la ordenación de Don Orione, pero también por
permitirnos involucrarnos en este mismo fuego de amor y caridad que llena el
mundo con la cruz de Cristo, y que constantemente busca hombres y mujeres
disponibles prender fuego al mundo con el mismo fuego de amor para que se
establezca su Reino de salvación, justicia y paz ". Aquí está la transcripción del mensaje de Mons. Vittorio Viola [PDF] |
domingo, 4 de abril de 2021
NUESTRA PASCUA CON DON ORIONE
«¡Estamos en Semana Santa! ¡Pidamos al Señor la gracia de levantarnos y renovarnos! » (Don Orione)
Nuestra Pascua con San Luigi Orione
Jesucristo ¡Aquí está el gran secreto de la paz, el
Princeps pacis! ¡Cristo en la mente, Cristo en el corazón! Fe y caridad! Pax
vobis : la paz sea contigo, en ti! ¡Aquí está la palabra del Divino Resucitado,
aquí está el deseo y el voto de nuestros corazones!
Jesús se levantó para ser nuestra levadura divina.
Redimidos y purificados por él, permanezcamos sin levadura en toda honestidad e
ilibidez de la vida cristiana, para que toda nuestra vida sea verdaderamente
cristiana, ardiendo y brillando con la caridad y la luz de Cristo y de él vivo.
Aleluya! ¡No nacimos de la tristeza y la muerte, sino de la alegría, la vida y
la resurrección con Cristo! Aleluya! Aleluya! Aleluya!
Cristo, nuestra Pascua, fue inmolado: el Cordero de
Dios que quita los pecados del mundo murió y, muriendo, destruyó la muerte.
¡Pero hoy ha resucitado gloriosamente y al resucitar renovó la vida!
Estamos en Semana Santa! La Pascua marca el paso del
hombre caído del estado de esclavitud, pecado y muerte a la libertad de los
hijos de Dios y la posesión de una vida completamente nueva de gracia. La
Pascua cristiana es nuestra rehabilitación ante el cielo, es la resurrección
moral y espiritual de la humanidad.
Pasemos bien estos días santos, tratando de revivir el
espíritu de Jesús en nosotros. Esta es la forma más hermosa y digna de celebrar
los grandes misterios de estos días que se suman al gran misterio de nuestra
redención. Que la resurrección de Jesucristo nos consuele en las luchas;
mantennos siempre unidos a Jesús con su gracia, porque si estamos unidos con
Cristo en las batallas, si sufrimos día a día unidos con Cristo, estaremos
unidos en él en la resurrección y en la vida eterna.
Cristo ha resucitado: es hora de trabajar en las
almas, comenzando con nuestra alma. Debemos querer una renovación de las almas
en Cristo: le pedimos a Dios luz y gracia para ser más conscientes de nuestros
deberes cristianos personales y nuestros deberes sociales.
Aleluya! Aleluya! ¡Alabamos al Señor juntos en las
dulces alegrías de su resurrección, el fundamento de granito de nuestra fe y
regocijémonos con la Santa Iglesia y lo bendigamos por las grandes
misericordias de Dios sobre nosotros! Pidámosle que nos dé la gracia de resucitar
a una vida más ferviente y más santa.
Cristo avanza: ¡el futuro le pertenece a Cristo! Veo a
Jesús regresar: ¡él no es un fantasma, no! Es Él, el Maestro, es Jesús quien
camina sobre las aguas fangosas de este mundo tan turbio, tan tormentoso. ¡El
futuro le pertenece a Cristo! ¡Ven, Señor, ven! ¡Resucita en todos los
corazones, en todas las familias, en todas las heridas de la tierra, oh
Jesucristo, levántate y levántate!
wwwDon Orione.org
sábado, 27 de marzo de 2021
EN TIEMPOS DE PANDEMIA, COMO SER SERVIDORES DE CRISTO Y DE LOS POBRES
Gracias a Dios, siempre hay gente de bien que a pesar de.. siguen al frente de las trincheras, entre ellos nuestros sacerdotes, religiosos, que impedidos de asistirlos espiritualmente acuden a los lugares donde incineran a los muertos por coronavirus Covid 19, a ofrecer los ultimos sacramentos frente a los ataudes, algunos con una estampita de Don Orione, otros seguramente invocando a otros santos, unos desde sus lechos de enfermos, dando ánimos a los que estaban cerca ya sea enfermos o doctores, o enfermeras o a quienes lo asistian, otros dando sus respiradores para que un joven se salve, esos serán los nuevos santos, quizas desconocidos, mártires de la vida y todo por AMOR, para servir a Cristo porque entendieron el mensaje de Jesús y el mensaje de Don Orione que no es otro que el de Jesús :"Tenemos que tener una profundísima vena de la espiritualidad mística que impregne todos los niveles de la sociedad, los espíritus contemplativos y activos," servidores de Cristo y los pobres "(Don Orione).
Fué reconocido por su gran trabajo por distintos Papas, asi :
El Papa Juan XXIII señaló: " Su caridad fue más allá de los límites normales. Estaba convencido de que podía conquistar el mundo con amor ".
"Muchas veces sentí a Jesucristo cerca de mí, tantas veces como lo vi en el más marginado y miserable".
"Dios ama a todas sus criaturas, pero su Providencia no puede dejar de favorecer a los pobres, los afligidos, los huérfanos, los enfermos, los afligidos en todos los sentidos, después de que Jesús les ofreció el honor de sus hermanos, después de que se mostró su modelo y líder debería examinar, también la pobreza, el abandono, el dolor y el martirio hasta la Cruz."
"La Divina Providencia se encuentra en forma especial, frente a las criaturas más desafortunadas y abandonadas ".
Nosotros hoy desde nuestros hogares, o desde las trincheras junto a nuestros sacerdotes debemos seguir más que nunca siendo " orionitas comprometidos con los marginados , con los que necesitan un plato de comida , una palabra de aliento, una ayuda para que tengan un techo.
Hoy el Covid 19, dejó al descubierto muchas miserias la de los desafortunados y abandonados y las miserias de los que se aprovechan de la situación para engrosar sus arcas, esto último dejemos a cargo de la justicia divina, nosotros encarguemonos de los que hoy se encuentran totalmente desprotegidos por el Sistema , manos a la obra orionitas.
Un paquete de arroz, cocinar un poco más para ayudar a algún vecino, una colaboración monetaria a nuestras iglesias, vendran muy bien para ayudar.
Demostremos que somos orionitas comprometidos.
lunes, 15 de marzo de 2021
¡¡¡ REPORTAJE A DON ORIONE POR DON FLAVIO PELOSO
Tal vez, sea ésta una de las notas que más
deseábamos compartirles desde las páginas de Revista Don Orione. Nada menos que
un reportaje al Fundador mismo de la Pequeña Obra.
Quisimos conocerlo, para entender mejor su obra
y su pensamiento. Para eso hubo que llegarse hasta su dirección de Tortona
(Italia), en vía Emilia nº 63. Aunque, muy probablemente esta entrevista se
podría haber realizado en Buenos Aires, en Chaco, Montevideo, Itatí, San Pablo,
Santiago de Chile, o en cualquiera de las casas donde aun viven y laten sus
ideales.
Casi sin darnos cuenta, se fue abriendo un
diálogo por demás interesante y reflexivo; los razonamientos fluyeron con
serenidad, apuntando siempre a lo más profundo. Incluso frente a preguntas más
incisivas y críticas, no se dejó sorprender, sino que, por el contrario,
compartió varias de sus intuiciones y su concepción de la vida. Una vez más
pudimos comprobar la vigencia y actualidad de su mensaje.
La totalidad delas respuestas de esta nota
pertenecen a Don Orione, y fueron tomadas de sus escritos y palabras.
La selección de los textos, como la elaboración
de las preguntas, fueron realizadas por el P. Flavio Peloso (actual Superior
General de la Obra) y forman parte de su libro “Intervista verità”, publicado
en Italia, en 1997.
- Don Orione, usted es un hombre de quien
hablan todos, un sacerdote de gran corazón. Con usted empezó una maravillosa
obra. Hogares, colegios, parroquias, seminarios, centros sociales, misiones,
“Pequeños Cottolengos” se encuentran en toda Italia, en Brasil, Argentina,
Uruguay, Polonia, España, Palestina... ¿cómo definiría su obra?
No lo sé: siento la tentación de definirla como
un lío... vamos para adelante como el tren, confiando en Dios y en su Iglesia,
seguros de servir a Cristo en los más necesitados. En cuanto a mí, me parece
que el Señor me eligió porque no encontró a otro más miserable e incapaz que
yo, para que se vea bien claro que él es el artífice de todo.
- La fe en la Divina Providencia está en crisis
en la mentalidad moderna; “Dios no existe... y si existe, es como si no
existiera”. Sin embargo, para usted, la providencia de Dios es el motivo
inspirador de su vida y de su fundación.
Ciertamente, la Providencia Divina es la
contínua creación de las cosas. La Divina Providencia parece desconocida para
el hombre, porque el hombre la ve, y muchas veces no la ama; la toca y muchas
veces no cree en ella; ella lo viste mejor que a los lirios del campo, le da de
comer, y él cree estar desnudo y en ayunas. Ella gobierna el mundo con su ley
armónica y eterna, se esconde y no se deja ver por quien no tiene fe, aun
cuando abunde en medios materiales y tenga una vasta inteligencia y mucha
cultura.
- Pero hay una objeción contra la “Divina
Providencia”: los escenarios de miseria y de muerte en el mundo de hoy, tan
caótico e injusto; los numerosos triunfos del mal; las manifestaciones cada vez
más deshumanizadas y desesperadas de una sociedad “sin Dios”.
Los pueblos están cansados, están
desilusionados; sienten que toda la vida es vana, que toda la vida está vacía
sin Dios. ¿Estamos en el alba de un renacer cristiano? ¡Seamos Hijos de la
Divina Providencia! No seamos de aquellos catastróficos que creen que el mundo
se acaba mañana.
La corrupción y el mal moral son grandes, es
verdad, pero sostengo y creo firmemente que el último en vencer será Dios, y
Dios vencerá en su infinita misericordia. En esta hora del mundo, hora muy
dolorosa y muy triste, decidamos conservar inextinguible y cada vez más
encendido el fuego sagrado del amor a Cristo y a los hombres. Sin este fuego
sagrado, que es amor y luz, ¿qué quedaría de la humanidad? Con la inteligencia
en tinieblas, el corazón frío, gélido más que el mármol de una tumba, la humanidad
se debatirá convulsiva entre dolores de todo género sin ninguna clase de
consuelo, sólo abandonada a las traiciones, a los vicios y depravaciones sin
nombre... Con Cristo, todo se eleva, todo se ennoblece: familia, amor a la
patria, ingenio, artes, ciencias, industrias, progreso, organización social.
- Don Orione: a usted le gustó un lema que usó
desde joven, desde la apertura del primer oratorio y de la primera casita en
San Bernardino de Tortona en 1893: Almas, almas.
Sí -y sonríe al recordarlo- cuando siendo
seminarista, me rodeaba de algunos muchachos y jugaba con ellos en el patio de
la casa del obispado. Al terminar el juego, dábamos una contraseña que nadie
comprendía, ni siquiera el párroco. La contraseña quedó como programa de
nuestra Congregación. Era el lema: ¡Almas, almas! Habrán leído más de una vez
este grito en el encabezamiento de las cartas, grito que es todo un programa:
¡Almas, almas! Luego vendría todo lo demás.
- Usted ya está incluido en el elenco de los
grandes “apóstoles sociales” italianos. También en Argentina, después de su
permanencia entre 1934 y 1937, dejó claros surcos de novedad cristiana entre el
pueblo. Su grito “¡Almas, almas!” abarca el bien espiritual y material del
hombre, es atención a cada persona y proyecto para la sociedad. Dio respuestas
inteligentes y eficaces a grandes problemas sociales y a grandes cuestiones de
marginación. ¿Cómo transmite esta conducta a sus seguidores, sacerdotes,
religiosas y laicos?
Debemos ser santos, pero hacernos tales santos
que nuestra santidad no se reduzca al cuidado de los fieles, ni se quede sólo
en la Iglesia, sino que trascienda y arroje en la sociedad tal esplendor de
luz, tanta vida de amor a Dios y a los hombres que sean más que santos de
Iglesia, seamos santos del pueblo y de la salvación social. Debemos ser una
profundísima vena de espiritualidad mística, que invada todos los estamentos
sociales: espíritus contemplativos y activos, servidores de Cristo y de los
pobres...
- ¿Es esto lo que explica el estilo “popular”
que ha querido imprimir a su familia religiosa: pobreza y sencillez de vida, de
ambientes, de medios, vida sacrificada y acotada en función de los demás,
partícipe de la ley común del trabajo?
No sólo con la predicación se convierten las
almas, sino también con el trabajo. Y si en muchas familias de San Bernardino
de Tortona ha entrado el Evangelio... es porque han visto trabajar a los
sacerdotes. El pueblo quiere ver realidades. Por lo tanto, no es solamente el
sacerdote con la estola al cuello quien puede hacer el bien, sino también el
sacerdote que trabaja.
Buscar y curar las heridas del pueblo, buscar
las enfermedades, salir a su encuentro en lo moral y lo material. De esta
manera nuestra acción será no sólo eficaz, sino profundamente cristiana y salvadora.
Cristo fue al pueblo. Ayudar al pueblo, mitigar sus dolores, devolverle la
salud. Debe estar en nuestro corazón el pueblo. La Obra de la Divina
Providencia es para el pueblo. Basta de palabras, están llenos los bolsillos de
ellas. Lo milagroso será poder devolver las muchedumbres a la fe que tuvieron,
reconducirlas al Padre, a la Iglesia: un trabajo popular.
- Tiempo atrás, con motivo de la presentación a
la prensa de su libro “En el nombre de la Divina Providencia”, Franca
Giansoldati, de la agencia Adkronos, tituló a su artículo “Don Orione: como
Karl Marx y Anna Kulisciov”, refiriéndose a algunas páginas suyas “sociales”
famosas: la proclama en defensa de las arroceras (“Trabajadores y trabajadoras,
llegó la hora de su reivindicación”), el escrito sobre el feminismo (“Mujer,
familia y sociedad”), y otros.
¿Ven estas canas? Durante muchos años he visto
muchos cambios de cosas y de hombres, también dentro de la Iglesia, y he
comprendido que la política no es el medio mejor para atraer las almas. Se ama
a la Patria realizando obras de amor, de misericordia, abrazando a los pobres,
acogiendo a los pobres, cuidando a los pobres, evangelizando a los pobres, a
los pequeños.
Nosotros no hacemos política; nuestra política
es la caridad grande y divina, que hace el bien a todos. No miramos otra cosa
que almas para salvar. Si hay que tener alguna preferencia, será para quienes
nos parezcan más necesitados de Dios, puesto que Jesús ha venido más para los
pecadores que para los justos. ¡Almas y almas! Esta es nuestra vida; este es
nuestro grito, nuestro programa, toda nuestra alma, todo nuestro corazón: ¡Almas
y almas!
- ¿Por dónde se empieza a educar a los jóvenes
en la caridad? ¿Cuál es la primera lección?
Hay que huir de una blasfemia y usar una
jaculatoria. La blasfemia: “Yo no me meto, no me toca a mí”. La jaculatoria:
“Voy yo”.
- Decir caridad quiere decir con frecuencia,
limosna, asistencia de quienes tienden a dejar a los pobres siempre pobres,
conservando las propias posiciones de privilegio económico, cultural, social. ¿Qué
entiende usted por caridad?
El amor santo que toma el nombre de caridad, es
el resultado de la comunión con Jesucristo. Es el fervor de la gracia que no
puede detenerse y necesita expandirse. La caridad nos manda no quedarnos en una
cómoda benevolencia, sino sentir y tener compasión eficaz de los dolores y las
necesidades de los demás, a quienes no debemos contemplar a distancia, puesto
que son una misma cosa con nosotros en Cristo. La caridad no excluye nada de la
verdad y de la justicia; pero la verdad y la justicia actúan en la caridad.
- Usted ha enseñado de mil maneras, que
“nuestra predicación es la caridad”: la caridad de las obras, y antes que nada,
la caridad fraterna.
Una sociedad o comunidad hermosa y fuerte,
donde reine una dulce concordia de corazones y paz, no puede no ser querida,
deseable y edificante para todos. En un mundo en el que no hay más ley que la
fuerza; en un mundo en el que resuenan a menudo voces de guerra entre ricos y
pobres, entre padres e hijos, entre gobernantes y súbditos; entre las voces de
una sociedad que vive y parece que quiere hundirse en el odio, opongamos el
ejemplo de una caridad verdaderamente cristiana.
- A diferencia de otros fundadores, usted no ha
escogido un tipo concreto de obras, ¿por qué?
Estamos en una época de transformaciones
arrolladoras, de manera que no me parece oportuno enquistarnos en una obra, atarnos
a una o dos actividades.
- ¿Por qué en la formación de sus sacerdotes y
sus religiosas insiste tanto en el trabajo manual?
Volvemos a empezar como los apóstoles que
trabajaban ganándose la vida, y tenían todo el mundo por evangelizar. Volvemos
al trabajo, y precisamente al trabajo manual, que domina las pasiones del cuerpo
y las malas tendencias del espíritu. Nosotros tenemos que trabajar... para no
convertirnos en “sacerdotes señores”, para no falsear el espíritu del
Evangelio. Qué gran eficacia, qué hermoso apostolado se realizaría entre los
pobres, si todos vieran que el sacerdote predica y trabaja, trabaja y predica,
ayuda a los pobres y se gana el pan. Que no se aprovecha de los beneficios
parroquiales, de los derechos de estola, para vivir sobre los pobres. Debemos
ser los peones de Dios. Quien no quiera ser y no es peón de la Providencia de
Dios, es un desertor de nuestra bandera.
- Pobres de salud, pobres de instrucción,
pobres de afectos, pobres de casa; entre las distintas instituciones en las que
acoge a los pobres, parece que al Pequeño Cottolengo, usted da el valor de
símbolo, de modelo, de estilo que valga para todas las otras instituciones.
El Pequeño Cottolengo es como un pequeño grano
de mostaza, al que basta la bendición del Señor para un día llegar a ser un
gran árbol sobre cuyas ramas se posen tranquilas las aves. Los pájaros aquí son
los pobres más abandonados, nuestros hermanos y nuestros amos. Nuestro banco es
la Divina Providencia, y nuestra bolsa está en los bolsillos y en el buen
corazón de los amigos y bienhechores.
El Pequeño Cottolengo está construido sobre la
fe y vive de los frutos de una caridad inextinguible. En el pequeño Cottolengo
se vive alegremente: se reza, trabaja cada uno según sus fuerzas, se ama a
Dios; se ama y se sirve a los pobres. En los abandonados se ve y se sirve a
Cristo en santa alegría. ¿Hay alguien más feliz que nosotros? También nuestros
queridos pobres viven contentos: ellos no son huéspedes, no son asilados, sino
que son los dueños, y nosotros sus siervos; ¡así se sirve al Señor! ¡Qué
hermosa es la vida en el Pequeño Cottolengo! Es una sinfonía de oración por los
bienhechores, de trabajo, de alegría, de cantos y de caridad.
- Pero con la necesidad de sacerdotes y de
religiosas que hoy tenemos en las Parroquias, en la catequesis, con la
necesidad de evangelizadores... ¿no están desaprovechados en un Pequeño
Cottolengo aunque sea una obra maravillosa y meritoria?
Corren tiempos en los que si se ve al sacerdote
sólo con la estola, no todos le seguirán; pero si alrededor de la sotana ven a
los viejos y los huérfanos, entonces sentirán el tironeo... la caridad
arrastra... la caridad mueve y lleva a la fe y a la esperanza. Muchos no logran
entender los actos de culto, y es necesario añadir las obras de amor. Salvador
Sommariva me dijo una vez: No creía en Dios, pero ahora creo porque lo he visto
a las puertas del Cottolengo.
- “Dar con el pan material, el dulce bálsamo de
la fe”. Para usted, en el fondo del corazón está la salvación de las almas. ¿No
puede parecer una manipulación de la caridad, un proselitismo?
Nunca forzar a nadie. Pero hablar con el amor
de Dios en el corazón y en los labios, con expresiones que lleguen, que
convenzan y conviertan; después Nuestro Señor pensará cómo transformarnos y
transfigurarnos a nosotros y a nuestros queridos pobres en él. Él será la vida,
el consuelo, nuestra felicidad y la de quienes él lleve con su mano.
- Don Orione, usted mira siempre para adelante,
hacia horizontes cada vez más amplios. Verdaderamente en usted se ve, como
decía San Bernardo que el amor está siempre en camino con nuevos deseos, con
continuos proyectos...
Quisiera llegar a ser alimento espiritual para
mis hermanos que tienen hambre y sed de verdad y de Dios; quisiera revestir de
Dios a los desnudos, dar la luz de Dios a los ciegos y a los deseosos de mayor
luz, abrir los corazones a las innumerables miserias humanas y hacerme siervo
de los siervos ofreciendo mi vida a los más indigentes y abandonados; quisiera
llegar a ser el insensato de Cristo y vivir y morir en la insensatez de la
caridad por mis hermanos.
Amar eternamente y dar la vida cantando al
Amor. Despojarme de todo. Sembrar la caridad a lo largo de todos los caminos;
sembrar a Dios de todas las maneras, en todos los surcos; sumergirme sin cesar
infinitamente y volar cada vez más alto, cantando a Jesús y a la Virgen sin
detenerme jamás.
Llenar todos los surcos con la luz de Dios; ser
un hombre bueno entre mis hermanos; inclinarme, extender siempre las manos y el
corazón para recoger las debilidades y miserias y depositarlas sobre el altar,
para que se transformen en fuerza y grandeza de Dios.
*La totalidad de las respuestas de esta nota
pertenecen a Don Orione, y fueron tomadas de sus escritos y palabras.
La selección de los textos, como la elaboración de las preguntas, fueron realizadas por el P. Flavio Peloso (actual Superior General de la Obra) y forman parte de su libro “Intervista verità”, publicado en Italia, en 1997
Publicado en edición Nº48 de Revista Don Orione
/ Octubre 2009
sábado, 13 de marzo de 2021
"EL PRIMER TRABAJO SON LAS VOCACIONES", ANUNCIÓ EL AÑO VOCACIONAL ORIONINO
Este 12 de marzo, es el 81 aniversario de la muerte
de don Luigi Orione natalis. En esta ocasión, el Director General P. Tarcisio
Vieira y su Consejo anuncian el AÑO VOCACIONAL ORIONINO, que se celebrará del
23 de junio de 2021 al 23 de junio de 2022.
12 de marzo de 2021
"El primer trabajo son las vocaciones"
Querido hermano
Hijo de la Divina Providencia,
"¡No quiero que el Señor que los llama ahacer
vida religiosa conmigo en esta humilde Congregación de su Divina Providencia!
"
Estas son palabras que Don Orione dirigió a un
aspirante (cf. Escrito, 42,165) en una carta de fecha incierta y, precisamente
por su atemporalidad, se convierte en un saludo que sigue resonando en nuestros
tiempos y en nuestros corazones. Debemos sentirlo de esta manera: como se nos
dirige a cada uno de nosotros. Incesantemente, don Orione se regocija en el
Señor por el don de la vocación de Sus hijos y miembros de Su familia
religiosa.
Es justo, por tanto, atribuir el título de"Padre
de las Vocaciones"a don Orione, cuyo81 aniversario de su muerte
natalisestamos celebrando hoy, 12 de marzo. En cierto modo, fue él mismo
quiendijo: "Tengo pocas ambiciones, pero tengo esto: quiero que me llamen
sacerdote de vocaciones". (cf. G. Papasogli, Vita di Don Orione,p. 365).
Más apropiado sería decir"Padre de Vocaciones Pobres",de acuerdo con
su deseo: la Congregación"está dispuesta a aceptar a los niños pobres,
siempre y cuando den buena esperanza a la Iglesia". (cf. Carta de
15/08/1927). Aquí en Chile, donde estoy para una visita, escuché otra historia
de confirmación de aquellos que, pensando en ser sacerdotes, estaban destinados
a otro lugar, pero debido a las malas condiciones económicas de la familia,
encontraron aceptación sólo por don Orione.
Sabemos bien cuánto fue el cuidado de las vocaciones
en el corazón de nuestro Padre. Es como un estribillo responsorial: ¡El cuidado
de las vocaciones estaba en el corazón de nuestro Padre! Con cada párrafo de su
vida, se puede repetir. Un entusiasmo que Él, concretamente, expresó
así:"¡Por las vocaciones de los niños pobres tanto como por caminar! Subí
tantas escaleras: ¡golpeé tantas puertas! Y Dios me llevó como su trapo. Sufrí
hambre, sed y humillación lo más doloroso: ¡y aunque parecían galletas de Dios!
También he cubierto muchas deudas; pero la Divina Providencia nunca me dejó
fallar. Y yo tendría la gran gracia, si Jesús quisiera concederme, por
vocaciones, ir mendigando pan hasta el último de la vida." (De la circular
de la "Questua delle Vocazioni, 15/08/1927).
El próximo 2022, el 23 de junio, celebraremos los 150
años del nacimiento de Don Orione y nosotros, miembros del Consejo General, hemos
pensado que la mejor manera de celebrar esta ocurrencia es darle una sensación
y un contenido vocacional. Por eso hoy, 12 de marzo, también en nombre del
Concilio, anuncio y convoco para toda la Congregación la realización del
AÑO VOCACIONAL ORIONINO
desde el 23 de junio de 2021 hasta el 23 de junio de
2022.
Sin duda tendremos otros eventos para celebrar el 150
aniversario del Padre; para ello, se está constituyéndo una comisión especial
en la que participarán los representantes de las Hermanitas Misioneras de la
Caridad, el Movimiento Orionino Laico, la Diócesis de Tortona y también la
Parroquia de Pontecurone. Sin embargo, creo que el acontecimiento más
importante, para nosotros, será con razón el Año Vocacional, tanto porque nos
acompañará a lo largo del año jubilar (2021 - 23 de junio - 2022) como por el
hecho de que el "regalo de cumpleaños" más esperado por el
cumpleañero es, sin duda, el de un evento capaz de provocar "trabajadores
y buenos trabajadores a los vastos campos de la fe y la caridad".
La decisión del Consejo General se inspiró en una
iniciativa de la Diputación "Nuestra Señora de Fátima" (Norte de
Brasil) que pretende alcanzar algunos objetivos específicos, cómo, dar un nuevo
impulso al Servicio de Animación Profesional, promover la formación de
religiosos en el ámbito de la animación vocacional, fortalecer o implantar la
pastoral profesional en las parroquias de orión, dar contenido vocacional a los
eventos y actividades del año pastoral, fortalecer la Juventud y el Movimiento Profesional
en las parroquias y , por último, apoyar iniciativas de oración por las
vocaciones.
Es importante decir que, aunque está convocada por el
Consejo General, la iniciativa será llevada a cabo por los Directores
Provinciales y sus Consejos. Es un compromiso que les pregunto por qué, en la
especificidad de su propia realidad, son capaces de desarrollar objetivos
adecuados y organizar una programación que involucre a las comunidades de la
provincia y religiosas. Para dar forma concreta a esta orientación, pido a los
directores provinciales que, a partir del próximo mes de abril, en todas las
reuniones de la Diputación provincial haya una entrada en el Año Profesional
Orionino para informar, planificar y evaluar la realización del evento. Por su
parte, el Consejo General, que acompaña al Acta de los Consejos, podrá
intervenir con sugerencias específicas, promover el intercambio de información
entre las Provincias y proponer actividades para toda la Congregación. Me
gustaría señalar que todas las Diputaciones Provinciales están llamadas a
iniciar inmediatamente la programación requerida. Incluso aquellos que están
expirando tres años: pueden planear algo, darse cuenta y salir como un legado.
Vale la pena, en nombre de don Orione, hacer un
esfuerzo conjunto que motive a todas las provincias, comunidades, religiosas, a
orar, reflexionar y planificar acciones concretas para las vocaciones. Don
Orione decía:"Som con el corazón lleno de amor y esperanza, que algún
fruto cosecharemos. Algunas semillas se perderán -habrá religiones-, pero la
otra dará sesenta, ochenta y cien por ciento. Finalmente, trabajamos por la
gloria de Dios y él no nos pagará en proporción al número de vocaciones
exitosas, sino a las que hemos buscado y cultivado académicamente. Por lo
tanto, mano a mano para trabajar! (De una conversación con su religioso, en
Campocroce, el 29 de julio de 1924).
Coraje, entonces, queridos hermanos. Nos estamos
preparando para una fiesta, la alegría de ser hijos de este santo es la columna
vertebral de todas nuestras actividades y la clave del éxito de nuestra labor
de promoción.
Fraternalmente
P. Tarcisio G. Vieira Don Oreste Ferrari
P. Fernando Fornerod
P. Assamouan Pierre Kouassi
P. Laureano de la Red Merino Don Fulvio Ferrari
Las Hermanitas Misioneras de la Caridad, actualmente
participadas en la Asamblea General de Evaluación, también participan en el Año
Vocacional Orionino. Para anunciarlo es la Madre Superiora General M. Mabel
Spagnuolo, con una carta enviada a todas las monjas orioninas.