Nació en Federación (Entre Ríos, Argentina) el 23 de enero de 1962. Él tenía 51 años de edad, 32 de profesión religiosa y 25 de sacerdocio. Pertenecía a la Provincia de "Nuestra Señora de la Guardia" (Argentina).
A las 20 hs. se celebrará la Misa exequial en el Santuario.
Al final, de la Misma se cerrará velatorio.
Mañana Domingo, a partir de las 7 hs. se reabrirá la sala velatoria .
A las 9 hs. Sera el entierro en el cementerio del Cottolengo.
Tenía un cáncer intestinal grave, operado en mayo de 2008 y luego se cura con quimioterapia. Se había recuperado bastante bien, por lo que puede asumir el papel de pastor y también director en Mar del Plata, donde actualmente estaba. También para él un deterioro repentino e irreparable llevó al final de su vida terrena.
Nació en Federación (Entre Ríos), 01/23/1962, entró en el noviciado en Claypole 02/11/1980 y terminó con la primera profesión el 12.3.1981. Continuó la capacitación en San Miguel con sus estudios de filosofía y teología, con una pasantía en Mercedes (1984-1986). Terminó su formación con su profesión perpetua, el 08/15/1986, y la ordenación sacerdotal a 27/02/1988.
Su primer servicio fue, de 1988 a 1992, en Córdoba, en el Pequeño Cottolengo y la Parroquia. Luego se fue a Pequeño Cottolengo de Claypole, primero como tesorero y luego como director de 1992 a 2003. Dado su talento en la administración, fue nombrado ecónomo provincial para el período 2003-2005. De 2005-2008, fue nombrado superior provincial. En mayo de 2008, se produjo el problema de salud por lo que dejó el cargo y desde hace un año, lo reanudó en Mar del Plata.
Es otra gran pérdida para la congregación y para la Argentina. Él era sólido en su vocación y en su sentido de pertenencia a la Congregación, positivo y generoso, ingenioso y práctico.
La muerte de este joven sacerdote y del hermano Don Lorenzo Benzi - que tuvo lugar a las pocas horas - nos lleva a una humilde meditación sobre la fragilidad y el valor de la vida que se nos da. Nos unimos en el dolor y en la oración, dando gracias al Señor por haberlos tenido como compañeros de viaje y pidiendo su recompensa eterna.
Don Flavio Peloso
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