SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


lunes, 25 de mayo de 2015

MARÍA AUXILIADORA, DON BOSCO Y DON ORIONE DON ORIONE

El primero que llamó a la Virgen María con el título de "Auxiliadora" fue San Juan Crisóstomo, en Constantinopla en al año 345, el dice: " Tú, María, eres auxilio potentísimo de Dios".
San Sabas en el año 532 narra que en oriente había una imagen de la Virgen que era llamada "Auxiliadora de los enfermos", porque junto a ella se obraban muchas curaciones.
San Juan Damasceno en el año 749 fue el primero en propagar la jaculatoria: "María Auxiliadora , rogad por nosotros". Y repite: la virgen es "auxiliadora para evitar males y peligros y auxiliadora para conseguir la salvación".
En Ucrania, Rusia, se celebra la fiesta de María Auxiliadora el 1 de octubre desde el año 1030, en ese año libró a la ciudad de la invasión de una terrible tribu de bárbaros paganos.
En el año 1572, el Papa San Pió V ordenó que en todo el mundo católico se rezara en las letanias la advocación " María Auxiliadora, rogad, por nosotros", porque en ese año Nuestra Señora libró prodigiosamente en la batalla de lepanto a toda la cristiandad que venía a ser destruida por un ejército mahometano de 282 barcos y 88.000 soldados.
En el año 1600 los católicos del sur de Alemania hicieron una promesa a la Virgen de honrarla con el título de auxiliadora si los libraba de la invasión de los protestantes y hacía que se terminara la terrible guerra de los 30 años. La Madre de Dios les concedió ambos favores y pronto había ya más de 70 capillas con el título de María Auxiliadora de los cristianos.
En 1683 los católicos al obtener inmensa victoria en Viena contra los enemigos de la religión, fundaron la asociación de María Auxiliadora, la cual existe hoy en más de 60 paises.
En 1814, el Papa Pío VII, prisionero del general Napoleón, prometió a la Virgen que el día que llegara a Roma, en libertad, lo declararía fiesta de María Auxiliadora. Inesperadamente el pontífice quedó libre, y llegó a Roma el 24 de mayo. Desde entonces quedó declarado el 24 de mayo como día de María Auxiliadora.
En 1860 la Santísima Virgen se aparece a San Juan Bosco y le dice que quiere ser honrada con el título de "Auxiliadora", y le señala el sitio para que le construya en Turín, Italia, un templo.
Empezó la obra del templo con sus tres monedas de veinte centavos cada una, pero fueron tantos y tan grande los milagros que María Auxiliadora empezó a obtener a favor de sus devotos, que en sólo cuatro años estuvo terminada la Gran Basílica. El Santo solía decir: " Cada ladrillo de este templo corresponde a un milagro de la Santísima Virgen", desde aquel Santuario comienza a extenderse por el mundo la devoción a María bajo el título de Auxiliadora de los Cristianos.
El nombre de Auxiliadora se le daba ya en el año 1030 a la Virgen María, en Ucrania (Rusia), por haber liberado aquella región de la invasión de las tribus paganas. Desde entonces en Ucrania se celebra cada año la fiesta de María Auxiliadora el 1ro de octubre.
Se tiene constancia de que hacia el año 1558 ya figuraba en las letanías que se acostumbraban recitar en el santuario de Loreto Italia.
Esta advocación se hizo fuerte ante la invasión de los turcos en 1571 donde San Pío V la invocó como María Auxiliadora de los Cristianos o con los Príncipes Católicos de Alemania fieles al catolicismo frente a las tesis protestantes o frente a las invasiones turcas sobre Viena en el siglo XVII o, incluso, como mano protectora frente a los caprichos de Napoleón Bonaparte que llevo al Papa Pío VII al destierro, y a su liberación, quiso en 1814 instituir en el 24 de mayo su fiesta litúrgica.
Pero sin duda fue San Juan Bosco, el santo de María Auxiliadora, con el que esta advocación mariana encontró el mejor paladín y trampolín para el desarrollo y popularidad, "No he sido yo, ha sido la Virgen Auxiliadora quien te ha salvado"... "Cada ladrillo de esta iglesia - se refería a la gran Basílica que en su obsequio empezó el 1863 - es una gracia de la Virgen María"...
Pero será exactamente en 1862, en plena madurez de Don Bosco, cuando éste hace la opción mariana definitiva: Auxiliadora. "La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora: los tiempos que corren son tan aciagos que tenemos necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana".
Desde esa fecha el título de Auxiliadora aparece en la vida de Don Bosco y en su obra como "central y sintetizador". La Auxiliadora es la visión propia que Don Bosco tiene de María. La lectura evangélica que hace de María, la experiencia de su propia vida y la de sus jóvenes salesianos, y su experiencia eclesial le hacer percibir a María como "Auxiliadora del Pueblo de Dios".
En 1863 Don Bosco comienza la construcción de la iglesia en Turín. Todo su capital era de cuarenta céntimos, y esa fue la primera paga que hizo al constructor. Cinco años más tarde, el 9 de junio de 1868, tuvo lugar la consagración del templo. Lo que sorprendió a Don Bosco primero y luego al mundo entero fue que María Auxiliadora se había construido su propia casa, para irradiar desde allí su patrocinio. Don Bosco llegará a decir: "No existe un ladrillo que no sea señal de alguna gracia".
Hoy, salesianos y salesianas, fieles al espíritu de sus fundadores y a través de las diversas obras que llevan entre manos siguen proponiendo como ejemplo, amparo y estímulo en la evangelización de los pueblos el auxilio que viene de Santa María.
Santísima Virgen, Madre de Dios, yo aunque indigno pecador postrado a vuestros pies en presencia de Dios omnipotente os ofrezco este mi corazón con todos sus afectos. A vos lo consagro y quiero que sea siempre vuestro y de vuestro hijo Jesús.
Aceptad esta humilde oferta vos que siempre habéis sido la auxiliadora del pueblo cristiano.
Oh María, refugio de los atribulados, consuelo de los afligidos, ten compasión de la pena que tanto me aflige, del apuro extremo en que me encuentro.
Reina de los cielos, en vuestras manos pongo mi causa. Se bien que en los casos desesperados se muestra más potente vuestra misericordia y nada puede resistir a vuestro poder. Alcanzadme Madre mía la gracia que os pido si es del agrado de mi Dios y Señor. Amén.
El nombre de Auxiliadora se le daba ya en el año 1030 a la virgen María, en Ucrania (Rusia), por haber liberado aquella región de la invasión de las tribus paganas. Desde entonces en Ucrania se celebra cada año la fiesta de María Auxiliadora el 1ro de octubre.
Se tiene constancia de que hacia el año 1558 ya figuraba en las letanías que se acostumbraban recitar en el santuario de Loreto Italia.

.- María Auxiliadora y Don Bosco (1862)
María Auxiliadora persigue a Don Bosco. Nace en 1815, año en que por primera vez se celebra litúrgicamente la fiesta de María Auxiliadora. No muy lejos del lugar de su nacimiento, en Mórense , existe una ermita dedicada a María Auxiliadora. En Turín encontrara esa advocación, en la iglesia de San Francisco de Paula había una imagen y una asociación en su honor, inspirada en otra existente en Munich.
En 1848 se encuentran ya colocadas en la mesa de trabajo de Don Bosco algunas estampas con el titulo "Auxiliadora de los cristianos". Pero sera exactamente en 1862, en plena madurez de Don Bosco, cuando este hace la opción mariana definitiva. Le dice al Joven salesiano Juan Cagliero:
"La Virgen quiere que la honremos con el titulo de Auxiliadora, los tiempos que corren son difíciles y tenemos la necesidad de que la Virgen nos ayude a conservar y a defender la Fe cristiana".
En 1863, no sin graves dificultades , Don Bosco comienza la construcción de la hoy Basílica de María Auxiliadora con apenas con un capital de cuarenta centavos. Cinco años mas tarde el 9 de junio de 1868 se consagró el templo ya terminado.
DON ORIONE Y MARÍA AUXILIADORA:
La estatua de María Auxiliadora del P. Miguel Cattaneo
 La imagen en escayola de María Auxiliadora, que se encuentra a la entrada del Centro Don Orione (Asturias), fue construida por el P. Michele Filippo Cattaneo, capellán del hospital San Antonio Abad y canónigo de la Colegiata de Santa María de Pontecurone (Italia), probablemente en el año 1868. Es decir unos 4 años antes de nacer San Luis Orione en su mismo pueblo. Ese mismo año el 9 de junio se inauguró el Santuario de María Auxiliadora en el barrio de Valdocco en Turín. Con este motivo el P. Miguel regaló a su amigo Don Bosco esta imagen para el nuevo santuario. Es por tanto una de las primeras auxiliadoras veneradas por los salesianos. 
 
El mismo Don Orione nos cuenta una simpática anécdota ocurrida en el traslado de la estatua: Acabada, por tanto, aquella estatua, narra Don Orione, el Canónigo no sabía si trasladarla por tren o con un carro, temía que se rompiese. Para mayor seguridad la colocó cerrada en una caja sobre un carro y se la dio en custodia al sacristán de Pontecurone, un cierto Bautista, y al carretero para que la llevasen a Turín; y él les precedió, probablemente en tren. Los conductores, llegados a un cierto punto, tenían que atravesar un pequeño torrente: pero el puente que conducía al otro lado, se había hundido. A nosotros no nos falta coraje, dijo entonces el carretero; nosotros con nuestros caballos, pasaremos.  Llegados sin embargo hacia la mitad del torrente, los caballos se pararon y la carreta se empezó a hundir cada vez más en la arena. Los dos conductores se encontraron perdidos. Pero en ese momento pensaron en la estatua que transportaban e invocaron a la Virgen. Entonces ocurrió un hecho: se sintieron como elevados y llegaron fácilmente a la otra ribera: y prosiguieron el viaje hasta Turín. En el pueblo después y, especialmente el sacristán, hablaban mucho de este suceso, que no se encuentra registrado en ningún libro. Yo no habría pensado nunca encontrarme con esa estatua; pero, después de dos años en los que oí contar estas cosas, ingresé en Valdocco, con Don Bosco, donde estaba aquella estatua famosa.
Cuentan que Don Orione le tenía mucha confianza a esta imagen y le decía, que tú eres de mi pueblo. Probablemente ante esta imagen hizo Don Orione sus primeros votos privados y en enero de 1888 estando Don Bosco muy enfermo, junto con otros alumnos, ofreció la vida por su gran bienhechor.
¿Pero quién era el P. Miguel Cattaneo?
 El Capellán del hospital de Pontecurone, el P. Michele Filippo Cattaneo y canónigo de la Colegiata de Santa María, además de su afición a realizar humildes imágenes piadosas que solía regalar a las parroquias del entorno tuvo una influencia importante sobre el pequeño Luis Orione. Empezó a interesarse por Luis desde que éste tenía unos 8 años, teniéndolo con gusto cerca de sí en el tiempo en que la mamá no le necesitaba. Don Orione definía a este piadoso sacerdote como verdadera sal de la tierra, hablando a menudo de él como de quien obtuvo ayuda de todo tipo, especialmente para su formación moral, lo cuenta el P. Sterpi. El P. Miguel tenía por entonces sesenta y cinco años. Vivía en el número 52 de la Vía Maestra, al lado de la casa de los Marchese, donde vivía Luis. 

  Hombre ejemplar, de familia noble y bastante rica, recuerda Don Orione, se había dado de tal manera al ejercicio de la caridad que era el amigo de los pobres, tanto que daba incluso la carne que sus familiares preparaban para él; visitaba siempre a los enfermos del pueblo y especialmente del hospital, les asistía y les ayudaba de cualquier modo. En invierno les ofrecía su cuadra para que se cobijasen. Hizo construir en Pontecurone con su propio dinero algunas casitas que dejaba gratuitamente para que las habitasen familias necesitadas. Mientras él se iba a vivir en casa de otros, pagando el alquiler. Todos en el pueblo tenían por él una grandísima estima. Seguramente con él Luis sintió los primeros gérmenes de la vocación. Tendría ocho o nueve años; y sin embargo tengo todavía en los ojos y en el alma la imagen de aquel Sacerdote.
El P. Miguel murió el 14 de junio de 1886. El joven Orione por entonces enviado a casa por motivos de salud por los padres franciscanos de Voghera, estuvo presente en los funerales. Recuerdo todavía, narra el Santo, que cuando murió el Canónigo Cattaneo yo volvía a casa de los Frailes el día en el que se hacían los funerales; y me parece oír aún todas las campanas de los cuatro campanarios y toda la gente que se invitaba diciendo, vayamos a la sepultura del Canónigo Cattaneo. Su memoria después de cincuenta años perdura aún en el pueblo en bendiciones y se la transmiten de padres a hijos. El Cattaneo fue el último Canónigo que hubo en mi pueblo, un santo canónigo, que llenó de virtudes a los demás. Cuando murió, no tenía absolutamente nada, había dado todo a los pobres, y todo el pueblo, hasta los masones, fueron a su funeral. Yo de niño, viendo a ese Santo Canónigo, decía para mí: ¡Yo seré también como él!
Fuente p. Facundo Mela

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