Don Carlo Mario Pensa, el segundo sucesor del fundador. De Scaldasole (Pavia), se encontró con Don Orione y en 1904, se convirtió en ermitaño de la Divina Providencia con el nombre de hermano Pio. Posteriormente, fué ordenado sacerdote por el mismo Don Orione. Don Orione lo tenía en gran estima describiéndolo de la siguiente manera: "En él, humildad de espíritu, piedad sincera y prudencia de gobierno; doctrina católica firme y segura; apego al Papa y a los obispos, a la santa Iglesia Romana sin límite, sin la cual uno no es Hijo de la Divina Providencia; tierna devoción a la Santísima Virgen, precisamente como hijo; vida ejemplar, mortificación y sacrificio de vida; fidelidad y gran amor a la Congregación".
Fue superior del Instituto de Veneto, Vicario General de la Congregación, y luego, desde 1946 hasta 1962, el Superior General . de gran estima por el Papa Juan XXIII, lo invitó al Concilio Vaticano II.
Es "considerado uno de los Padres de
la Congregación. Como le dijo a él, Don Orione,"será una lámpara encendida que iluminará los pasos de nuestros jóvenes y de muchos otros". Don Pensa fue llamado repentinamente a cerrar su vida terrenal, después de un accidente automovilístico. Ofreció su vida por el Papa y por el Concilio Ecuménico, adorando la voluntad de Dios con sus últimas oraciones: Domine non sum dignus... Los adoro devotos.
Murió en Roma
el 05/10/1962, a los 76 años de edad, 57 de profesión y 49 de sacerdocio. Su
cuerpo está enterrado en la cripta del Santuario de la Virgen de la Guardia en
Tortona.
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