El 15 de octubre de 1893, Don Orione, por entonces un seminarista de 21 años, fundaba una escuela en un humilde barrio de Tortona que albergaba a 40 chicos de las familias olvidadas de los valles cercanos. Esa escuela fue la semilla de la Congregación de Don Orione.
El pequeño colegio de San Bernardino
¡¡¡ Abrimos , el 15 de octubre !!!
| Fue un rayo que atravesó la diócesis a lo largo y a
lo ancho, y los aspirantes vinieron desde los valles del Curone, desde la
Stáffora, desde el Grue, desde el Borbera; descendían desde las parroquias más
aisladas, allá en los montes.
- "Un
cura" abrió un colegio para las vocaciones de los pobres...
Esta,
palabra más, palabra menos, la noticia que hizo época. Sobre el puente de San
Sebastián, don Pablo Cassola, párroco de Monte Capraro, se encontró con un buen
hombre preocupado porque su hijo no había sido aceptado en el seminario
episcopal; entonces le dijo:
- Hay
"un cura"...
Antes que
se pusiera el sol, el padre estaba en Tortona
hablando con Orione, quien aceptó, siempre para el 15
de octubre, al chico llamado José Rota. LLegaría a ser óptimo párroco de
Valdinizza.
Otro
muchacho, Crisóstomo Ontano, vino a informarse acerca de las condiciones y a
presentar la solicitud: el clérigo director lo acogió con mucha bondad:
- Ya puedes
quedarte.
- Pero...
tengo que buscar la ropa, en casa.
- No te
preocupes, te la mandarán.
Y Ontano se
quedó, y perseveró, y fue párroco de Alzano Scrivia.
"La
sede del colegio - escribe Sparpaglione - era la casa Stassano arreglada lo
mejor posible: en total, siete u ocho habitaciones divididas entre estudio,
cocina y dormitorio. La ubicación era de las más tranquilas y pintorescas. El
barrio de San Bernardino está claramente separado de la ciudad: un grupo de
casas de las cuales la nuestra estaba casi en el centro, dominadas por el viejo
convento con sus característico campanario. La carretera provincial, llena de
vehículos, carros y carruajes, entraba en Tortona cubierta por una nube de
polvo.
"Más
allá del pequeño muro que rodeaba el jardín, la bella extensión de los prados y
de los huertos hasta el río Scrivia, meta de hermosos paseos; en los días
serenos la cuesta alpina con el macizo del Monte Rosa, ligeramente velado por
la niebla.
De este lado, un curso de agua, la carretera
provincial de Génova, algunas casas, otros prados que llegan muy cerca de la
colina tortonesa engalanada de viñedos y de villas y coronada en su extremo por
las ruinas y la torre del antiguo castillo"
La casa
medía veinticinco metros de frente y tenía planta baja, primero y segundo piso;
tenía también un huerto.
En el
primer piso se encontraban el estudio y la capilla, y Orione pensaba que los
chicos debían comportarse en el estudio casi tan bien como lo hacían en la
iglesia.
El comedor
se encontraba en una de las habitaciones de los costados, a la derecha del que
entraba.
El colegio
se abrió puntualmente el 15 de octubre de 1893
El 15 de octubre, aniversario de la apertura del primer
colegio de Don Orione y al mismo tiempo el aniversario de la fundación de la
Congregación de la Pequeña Obra de la Divina Providencia.
Después de cerrar el Oratorio festivo, Don Orione no
se dio por vencido en sus planes pastorales y abrió el primer colegio que se
llama San Bernardino, que posteriormente dio lugar al futuro de toda la Familia
Orionina compuesto hoy por Los hijos de la Divina Providencia FDP, las Hermanas
Religiosas PHMC, el Instituto Secular Orionita ISO , el Movimientos de Laicos Orionitas MLO y otros que no son
miembros. En el primer internado había dificultades, pero Don Orione siempre ha
tenido una gran fe en la Divina Providencia. Lo expresaba en el libro - el
primer libro de contabilidad de la Casa escribió: ingreso
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