SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


sábado, 1 de enero de 2022

LA DINAMITA DE LA CARIDAD , B UENAS NOCHES DEL 2 DE ENERO DE 1938


 

La dinamita de la caridad

Existen los religiosos benedictinos que tienen su finalidad; los franciscanos con la suya, los dominicos; existen los jesuitas con su finalidad tan especial.

Y también nosotros tenemos nuestra finalidad exclusiva (...) Nuestra naturaleza, una característica que nos debe diferenciar de todas las otras Congregaciones.

Y si me preguntan cuál es esa característica que nos debe distinguir de todas las otras Congregaciones, yo les digo que es LA DINAMITA DE LA CARIDAD.

En la caridad hacia los más humildes y abandonados hermanos nuestros tenemos que ser dinámicos y no marmotas. (...)

Nuestra Congregación debe ser dinámica, y no necesariamente numerosa. Jamás soñé yo con una Congregación numerosa. Cuando san Luis Gonzaga supo que los jesuitas habían llegado a los 20.000, se puso a llorar (...) La cantidad no es lo importante. No lo es, no lo es en absoluto. Durante la primera guerra mundial, cuando casi todos los nuestros estaban bajo

bandera, nosotros no cerramos ninguna casa. Nos multiplicamos por siete y el Señor nos asistió espiritual y materialmente. Eramos como cuatro pobres nueces en un cajón...

Cuando son muchos, se trabaja poco y nada: poco y nada. Cuando son muchos, se pierde tiempo, hay críticas, murmuraciones, y siempre se termina por hacer algo inconveniente para el espíritu religioso. (...)

A los salesianos los llamaban los garibaldinos de la Iglesia: y a nosotros, ¿cómo nos llamarán? ¡Nosotros debemos superarlos!

No vayan a la rastra, ni a remolque. Ahora en Italia han impuesto el paso romano: ¿y nuestro paso, cuál será? Todos tiene que meterse bien en la cabeza que nosotros marcharemos a paso apostólico. No sólo paso cristiano, sino paso apostólico. El que no siente la fuerza de la caridad, su fuerza llameante, la fuerza de la apostolicidad, se hubiera quedado en casa, en su pueblo, no con nosotros. A lo mejor, podrá ser un santo trapense... Pero el que permanece aquí debe ser un verdadero agitador  de la caridad.

El que no tenga esta fuerte voluntad de llegar hasta el fondo, en el amor a Dios y al prójimo, que se vaya: podemos ser buenos amigos, pero no tenemos porqué ser muchos. ¡Pocos! ¡Pocos! Para que no haya que decir: «Multiplicasti gentem et non magnificasti laetitiam» (Multiplicaste a las gentes y no aumentaste la alegría – según la Vulgata, Is 9,3).

(...) La nuestra no debe ser una congregación de flojos, o peor aun, de afeminados; debe ser una congregación viril y fuerte, no invertebrada; a tal punto que, si un día estallara una persecución (...), una persecución cruenta, nuestra Congregación debería caer entera, como la legión tebea, y morir mártir. Es así como se multiplica la simiente de los cristianos: «sanguis martyrum semen est christianorum». ¡exactamente así!

Nuestra Congregación tiene que estar preparada para las más duras pruebas; en defensa de la fe y de la Iglesia, del Papa, y también de la Patria600; porque jamás tenemos que separar los sagrados amores de la fe y la patria.

Pero si no nos formamos, si Jesucristo no está en nosotros, si nuestro pecho no está encendido de amor a Dios, nunca estaremos preparados para tamaña empresa.

De las «Buenas noches» del 2-I-1938,

Parola VIII, 2-3.

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