3ER DIA, DOMINGO 9 DE MAYO
Queridos amigos del Movimiento Laical Orionita de
Barranqueras, Continuando con la novena virtual en unión con toda la familia
orionita del mundo por un aniversario más de la canonización de nuestro Santo
Fundador San Luis Orione y acompañamos a la Capilla san Luis Orione de nuestra
localidad, hoy nos dejaremos interpelar por este texto.
COMO DON ORIONE DEJEMOSNO GUIAR POR
EL ESPIRITU SANTO Y SALGAMOS AL ENCUENTRO DE LOS MÁS NECESITADOS
Inspirados en La Primera carta de San Juan, 1 Jn 3, 18
que nos dice” hijos míos no amemos de palabras y de boca, sino de verdad y con
obras “también en San Juan “Dios nos amó primero “. Estas expresiones papalinas
ya Don Orione las expresó hace 100 años.
En la vida de
Don Orione las obras de caridad no han sido solo una actividad en favor de los
necesitados, sino una experiencia mística y apostólica: la del amor al prójimo
y a Dios “dos llamas de un solo y
sagrado fuego.”
San José Benito Cottolengo fue un gran inspirador
junto a Don Bosco, al sentimiento de cariño, amor y ternura a los más pobres Don
Orione. unió la confianza en la Divina Providencia fundamento de la Obra del Cottolengo,
él elige colocarse en la lista de los santos sociales, el vasto mundo de los
marginados, logrando ser pobre entre los más pobres, buscando el rostro de
cristo entre los marginados.
Una expresión muy común en Don Orione es “Sólo la
caridad salvará el mundo”
“Que el nuestro, sea un espíritu
grande de humildad, de fe, de caridad: que toda nuestra vida esté entretejida
de oración, de piedad activa, de sacrificio que haga el bien a las almas. ¡Solo
con la caridad de Jesucristo se salvará el mundo! Debemos llenar de caridad los
surcos que dividen a los hombres repletos de odio y de egoísmo. Que reine entre
ustedes, o mis queridos hijos, aquella caridad grande, suavísima y sobrenatural
que siempre hizo de todos ustedes un solo corazón y una sola alma” (L I, 282)
El fuego de la caridad de Dios que inflamó a Don
Orione es nuestra herencia más valiosa.
Es en la caridad donde se juega nuestra santidad y
nuestro apostolado, es la fuente y dinámica de la vitalidad espiritual,
comunitaria y apostólica. La caridad, ya sea personal, o de servicio a los más
débiles, no puede reducirse a un gesto filantrópico, sino que debe mostrar el
amor providente de Dios. Como dice Don Orione: “a la causa de Cristo y de la
Iglesia no se la sirve sino con una gran caridad de vida y de obras”
Despojándome de las mezquindades, abrazándome a la
causa de Cristo, crece mi unión con Dios y la entrega a mis hermanos. La
caridad es dinámica se nutre de la fuente del Amor, el amor de Dios, tener
siempre el corazón elevado hacia Dios, así todo lo que se hace se transforma,
todo es para la Gloria de Dios, haciendo de cada acto, de cada servicio una
oración.
Si encontramos la fuente de la caridad en Dios y
reconocemos su bondad, su providencia, brotará en nosotros la gratitud hacia
ÉL, así experimentaremos el dinamismo entre la GRACIA, GRATITUD A DIOS que
GENERA LA GRATUIDAD HACIA EL PRÓJIMO.
La caridad
vivifica, edifica y unifica nos dice Don Orione en sus escritos y lo vemos
plasmado en su vida, nos muestra la dinámica de la caridad, su experiencia de
amor de Dios, ese amor que atrapa, lo eleva y se pierde en Dios, haciendo que
expanda ese amor a los confines del mundo, como lo demostró en su vida y en sus
obras. «La caridad tiene brazos tan grandes que no ve ni montes ni confines o
barreras de nacionalidad».
Que el ejemplo de San Luis Orione
nos dé confianza en vivir nuestro testimonio cristiano, haciendo verdad en la
caridad.
¡¡ AVE MARÍA Y ADELANTE ¡!
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