IMITANDO a DON ORIONE, PIDAMOS POR LAS
FAMILIAS, NIÑOS Y JOVENES PARA QUE SE FORTALEZCAN EN EL AMOR DE JESÚS.
Hola queridos amigos del Movimiento Laical Orionita
Barranqueras, en el marco de esta novena virtual acompañamos a la Capilla Don
Orione en su novena y fiesta patronal ya próximos al aniversario de
canonización de Don Orione, compartiremos aspecto de la vida de este Santo que
llegó a los corazones de jóvenes, niños, familias, fortaleciéndolos en el amor
de Jesús.
Conocemos
distintos hechos sobre estos encuentros que tuvo Don Orione por ejemplo con
jóvenes …y esto nos lleva a recordar al jovencito Mario Ivaldi de 12 años, al que habían
reprendido en la catequesis y aseguró que no volvería allí ,Orione un joven
adolescente seminarista en la Catedral de Tortona lo vio,
escucho, y escuchó también a su corazón que deseaba responder a Dios , lo consoló, alimentó e invito a regresar al día siguiente con otros amigos y
así dio origen al Oratorio “San Luis” y, fijémonos bien, oratorio y no simple recreatorio,
porque si bien los niños podían divertirse hasta el agotamiento, todo debía
desarrollarse con una finalidad superior.
El encuentro con Jesús.
Ya sacerdote supo atraer a los hombres a la fiesta de
la Virgen de la Guardia, con gran creatividad pastoral los invitaba por medio
de un folleto, a confesarse de noche. ¡Sólo
para hombres y jóvenes! En el mismo estaba escrito: confesión y café para todos.
Escuchemos a Don Orione:
A los hombres y
jóvenes:
En la noche del sábado 25 y el domingo 26 de agosto,
los invito a su Santuario de la Guardia: habrá una celebración para ustedes, expresamente y sólo para
ustedes. ¡Ninguna mujer!... el hombre debe estar siempre de pie, de mañana
y de noche, si es necesario. Y cuando se trata de ir al Señor, no debemos
desmentir a aquel tal Nicodemo del
Evangelio que iba de noche, cuando nadie lo veía…, con la ayuda de Dios: en
un instante los pongo en su lugar, y se irán contentos con paz en el corazón.
¡Vamos, buenos amigos, coraje ! Nos vemos el sábado a la noche. Los espero a
todos Después de la comunión, me harán el honor de pasar todos a la casa,
detrás del Santuario; les daré un buen café. ¡¡Quiero mandarlos a casa con sus mujeres y madres, ¡con la boca dulce
y el corazón contento; y tomarán dos o tres tazas, ¡pero no doce! ¡Me mandarán
a la ruina!.!!!
También en sus encuentros con las familias que los
recibían en sus casas, o un encuentro casual en la que se generaba una
conversación y el alma del interlocutor quedaba prendida de ese rostro
enigmático, de esos grandes ojos que llegaban al fondo del corazón.
Cuentan que, en cierta ocasión, se le presentó una
señora muy preocupada. Le contó que su familia estaba amargada y convulsionada
por odios y rencores mutuos. Don Orione la escuchó en silencio, como solía
hacer cuando era consultado sobre algún tema importante, y le dijo:
- “Vea, señora, haga así. Invite a sus parientes que
están peleados; prepáreles un buen almuerzo y, al final sírvales un buen
café... Yo mañana rezaré el asunto a Nuestro Señor en la Santa Misa y... ¡ya
verá!
- Pero, Don Orione, ¿no será que se vayan a pelear al
encontrarse y no resulte el remedio peor que la enfermedad?
- Hágame caso, señora, prepáreles un buen café; ¡a mí
también me gusta mucho el café, y verá que todo se arreglará! .
Don Orione supo hacer del momento del encuentro un
espacio de misericordia y confianza en el Señor.
Pidamos a Don Orione, tener un corazón confiado en el Señor
de la Misericordia.
¡¡ AVE MARÍA Y ADELANTE ¡!!
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