La Obra Don Orione a 101 años de su llegada a la Argentina
Buenos Aires, (AICA)
Don Orione
El
11 de febrero de 1922 llegaron los primeros orionitas a la Argentina.
Ese día llegó el mismo Don Orione acompañado por el padre José Zanocchi,
a quien el fundador designó primer superior en este país. El padre
Zanocchi se hizo cargo de la iglesia que en 1927 sería erigida como
parroquia Nuestra Señora de la Guardia, en la localidad de Victoria,
diócesis de San Isidro.
La caridad y sólo la caridad salvará al mundo
San
Luis Orione (1872-1940) fundador de la Pequeña Obra de la Divina
Providencia y de los Pequeños Cottolengos, conoció desde niño la triste
condición de los más humildes y los rigores de la pobreza. El contacto
con las injusticias sociales y un mundo que iba perdiendo la fe y los
valores de la convivencia fraterna entre los pueblos, lo llevó a alzar
la bandera de la caridad de Cristo: “La caridad y sólo la caridad
salvará al mundo”, escribió en una de sus tantas cartas.
Durante
su formación en el seminario de Tortona (norte de Italia) empezó a
dedicarse a trabajar para los niños pobres, abriendo un pequeño colegio.
En dicho periodo pudo apreciar y se entusiasmó con la Obra del Santo de
la Providencia, San José Benito Cottolengo, que lo inspiró para encarar
su propia obra: los hogares y Pequeños Cottolengos, hoy distribuidos en
28 países.
Animado por sus cuatro grandes amores: “Jesús, María,
el Papa, las Almas”, Don Orione hizo de su vida un canto fiel,
sacrificado y entusiasta hasta el final. Fue un verdadero “Apóstol de la
Caridad”, cuya vida y espíritu se resumen en una frase que repetía
siempre en sus escritos y predicaciones: “Hacer el bien siempre, el bien
a todos, el mal nunca a nadie”.
Excepcional obra asistencia
La
principal actividad de la Obra Don Orione es la atención de personas
indigentes o de escasos recursos con discapacidades mentales o físicas.
También lleva adelante una incipiente tarea en el campo de los menores
en situación de riesgo; cuenta con instituciones educativas de todos los
niveles; y anima santuarios, parroquias y capillas en diferentes
lugares del país.
-17 Pequeños Cottolengos y Hogares-5 Escuelas de Educación Especial
-1.500 niños, jóvenes y adultos con discapacidad -26 Colegios (Preescolar, Primario, Secundario, Terciario)
-17.500 alumnos
-9 hogares y centros de día
-600 niños en situación de riesgo social
-60 comunidades eclesiales y 2 santuarios
-350 religiosos y religiosas
-3.600 empleados en los centros asistenciales y educativo
-5.000 voluntarios en las distintas obras y actividades
Las
diversas obras están en Capital Federal, Gran Buenos Aires (Cláypole,
Avellaneda, Villa Domínico, Gerli, Victoria, Tigre, San Fernando, San
Miguel, Los Polvorines), Provincia de Buenos Aires (Mar del Plata,
Quequén, Bahía Blanca), Córdoba (capital y San Francisco), Santa Fe
(Rosario, General Lagos y Rafaela), Chaco (Barranqueras y Presidencia
Sáenz Peña), Tucumán (San Miguel de Tucumán), Mendoza (Villa Hipódromo y
Costa de Araujo) y Corrientes (Itatí).
El Pequeño Cottolengo Argentino
Los
Pequeños Cottolengos son una de las ramas apostólicas de la Pequeña
Obra de la Divina Providencia. Se dedican en modo particular a la
asistencia de personas con discapacidades múltiples, físicas y mentales
de distinta gravedad.
Las más de 1.500 personas atendidas en el
ámbito nacional, con edades que van de 1 a 95 años, presentan como
característica común la falta de un grupo familiar continente, motivo
por el cual el Cottolengo se constituye en su familia sustituta
La
Obra asistencial de Don Orione está edificada sobre dos pilares: la fe y
la caridad. Desde el 28 de abril de 1935, cuando Don Orione colocó la
piedra fundamental del Pequeño Cottolengo de Claypole, se trabaja para
el desarrollo de las potencialidades de los niños, jóvenes y adultos que
encuentran allí un hogar feliz. Las tareas de servicio profesional que
se destinan a los asistidos en el Pequeño Cottolengo Argentino incluyen:
Servicio de rehabilitación.
-Educación física y vida en contacto con la naturaleza.
-Terapia ocupacional (huerta, higiene y arreglo personal, carpintería, radio, biblioteca, títeres, pintura, cocina).
-Clínica
médica: laboratorio de análisis clínicos y bacteriológicos, farmacia,
sala de radiología, quirófano de mediana complejidad, traumatología,
odontología, oftalmología, neurología, cardiología, nutrición.
-Salud
mental: psiquiatría y psicología, a través de terapias individuales y
grupales que fomentan los vínculos con el entorno diario, haciendo
hincapié en el modelo comunidad-salud
-Educación especial: Escuela
“Mamá Carolina”, ámbito donde los alumnos reciben ayuda, estimulación y
valoración personal como bases del accionar educativo para establecer
normas de convivencia
-Aprendizaje de autovalimiento: conductas de higiene, alimentación, vestido, psicomotricidad y conocimientos general
Talleres:
de artesanías, reciclado, carpintería, costura, cocina y armado. En
esta área se vive la experiencia de integración con menores en riesgo,
quienes luego de asistir media jornada a la escuela pública, completan
la otra mitad en la “Eco-granja”, donde reciben clases de apoyo escolar y
prácticas de trabajo en huerta,granja, panadería y labores afines
Voluntariado
Además
de los profesionales y auxiliares que llevan adelante esta tarea, en
todos los cottolengos y hogares de la Argentina participan en labores de
apoyo más de 5.000 voluntarios. Se trata de jóvenes y adultos con
espíritu de servicio que colaboran diariamente con dedicación y amor en
actividades como esparcimiento, catequesis, animación litúrgica y otras
que contribuyen a mejorar la calidad de vida de los asistidos.
También
se destaca el aporte de un grupo importante de personas y empresas que
colaboran económicamente con la tarea de la Obra Don Orione. Son los
“bienhechores”, cuya caridad es de gran ayuda para los cottolengos y
hogares.
Por último, y de suma importancia resultan las donaciones
de todo tipo, como muebles en desuso, ropa o alimentos no perecederos,
que se destinan a cubrir las necesidades básicas de los asistidos
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