SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


sábado, 28 de noviembre de 2020

28 NOV. DON ROBERTO SIMIONATO, UNA VOCACIÓN QUE HOY CUMPLE 51 AÑOS DE SACERDOCIO

 



GRACIAS JESUS, GRACIAS DON ORIONE".  ROBERTO P. SIMIONATO

Este 29 de noviembre, el padre Roberto Simionato, que desde 1992 hasta 2004 fue Director General de la Congregación de los Hijos de la Divina Providencia, cumple  51 años de sacerdocio.

Este fue su testimonio de cuando cumplió 50 años de sacerdocio (2019).
"A principios de este año alguien se ha encargado de recordar, con regalos y oraciones, que este año se cumplen mis 50 años de sacerdocio. El día exacto es el próximo 29 de noviembre. Es bueno refrescar la memoria y vivir en acción de gracias, han pasado tantas cosas que no sería suficiente este año, ni el resto de mis días, para dar gracias al Señor.
Yo tenía un primo en la familia salesiana en Italia y un primo de mi padre, un sacerdote orionino Ángel Aggio que estuvo en Argentina con los primeros clérigos. Con él viajamos en el barco hacia Corrientes al final de la Segunda Guerra Mundial. Estuvo en nuestra ciudad para celebrar su primera misa, mi padre regresaba con su familia a Argentina, donde había emigrado en su juventud, después de haber luchado en la Primera Guerra Mundial. La llamada vocacional fue inmediata. Desde pequeño sentí que podía ser sacerdote. Al principio era como un "tal vez". Con el tiempo la llamada se ha vuelto más clara, como una continuidad: familia, parroquia, monaguillos, seminario.
Gracias, porque don Orione abrió las puertas para mí y sin pedir nada. Una familia pobre con cinco niños no se podía permitir el estudio. Tenía que ir a ganarme la vida con mi padre y mis hermanos. Don Orione, que quería recoger las vocaciones de los pobres, me hizo que todo sea fácil y así di mis primeros pasos en el antiguo Colegio Luján (hoy IDO), noviciado, de filosofía en San José (ahora San Pío).
Gracias porque desde que era joven me conmovió muchas ideas y cambios de prácticas: un lugar inesperado en Chile,donde realice teología, lejos de mis antiguos compañeros en Italia. Así uno aprende que el mundo es más grande que "su" mundo. Y lo que es importante en este caso, no es en absoluto, y que se puede vivir de diversas maneras. Y que, poco a poco, lo que me obligó a abrir la mente y, en consecuencia, también el corazón.
Gracias porque en la  Obra Don Orione que podía hacer un poco de todo: el servicio en los jóvenes, Cottolengo, a continuación, en las escuelas, la educación, las parroquias, el contacto con los pobres en los suburbios (Barranqueras en los años 70), a continuación, los jóvenes y, por último, el cuidado para acompañar a mis hermanos religiosos en Argentina y en los países donde la congregación ha plantado las tiendas de caridad en nombre de la Santa Madre Iglesia. Y gracias por el privilegio de ser capaz de servir durante unos años en Itatí. Allí pude aprender algunas cosas acerca de la fe de los fieles, contemplando la evidencia constante de los peregrinos, vinculado a ese secreto y tierno diálogo con 'Mama Maria'.
Y, por último, gracias porque pude vivir historias y admirar hazañas misioneras que nunca podría haber imaginado. Gracias por el amor de hermanos y hermanas, religiosas y laicos que han pasado y pasan sus vidas por el pasado. Recordé con alegría  los días en que estaba siguiendo a una distancia de la Asamblea General de África en África.
La saga de Don Orione, creo, comenzó por la determinación del fundador, pero se germinó por el coraje y entrega de sus seguidores: Zanocchi, Dutto y Contardi en Argentina, y Carradori Morluppi en Chile, molineros y Lo Torto en África, Adobati y Serra en Goiás, Pellizzari y Cacciutto en Paraguay, Piccoli  y Falardi en las Filipinas (por nombrar sólo los muertos) y muchos otros que no se han perdido en la actualidad. Sí, por supuesto! He sido testigo impensable y, en parte, protagonista  de acciones muy por encima de nuestras fuerzas. Prueba irrefutable de que la Providencia existe y la protección de la Virgen!
Mirando hacia atrás, con una mirada, de manera espontánea me decía, lo que era el camino corto! Cincuenta años, visto en décadas, son un soplo. Pero es agradable ver el paso a paso el viaje, para agradecer una vez más. Cada colina requiere su esfuerzo, cada esquina cambia el paisaje, cada uno tropieza en el seguimiento de las cataratas de cada dificultad, amigos qua ayuden, cada día el Padre derrama su misericordia, Jesús te toma de la mano y María te sostiene en sus brazos.
En este medio siglo vi un poco de todo. Doy gracias a Dios por el bien que me ha hecho y por el bien que podría propagarse a través de mi pobre vida. Pido perdón a Dios y a los demás por todo el daño que surge de mi trabajo. Alabo a Dios por todo lo bueno que era su gracia. Yo ahora pido ayuda fraterna y la gracia de lo alto para complementar el viaje corto que todavía me falta”.
P. A. Roberto Simionato, FDP
Claypole, noviembre de 2019

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