Sobre los escombros de las ciudades destruidas conoció las actividades del Patronato "Regina Elena", una institución humanitaria secular bajo la égida de la Casa Real y con la condesa Gabriella Spalletti Rasponi como presidenta. El Interior tenía sus propios funcionarios como oficiales de ayuda estatal. Traer ayuda llegaron los cuerpos seculares completamente extraños, y a veces en contraste militante, con las motivaciones religiosas. Entró en contacto con la Asociación Nacional para el Mezzogiorno de Italia que recogió la flor de personalidades de la cultura italiana (Zanotti-Bianco, Gallarati Scotti, Von Hughel, Franchetti ["Si todos los sacerdotes fueran como Don Orione, yo también sería cristiano"[14]], protestantes y asociaciones masónicas. Muchos de estos protagonistas seculares de la solidaridad acabarán entrando no sólo en la órbita caritativa de Don Orione, sino también en la de la fe católica.
Don Orión encontró una realidad de asistencia muy secular y diversa, donde la religiosa era una de muchas. Pío X le dijo: "Harás el signo de la cruz dos veces, y luego irás a Spalletti y se llevarán a sushuérfanos" [15].
Don Orione no sólo comenzó a colaborar ajetreadamente y
"como sacerdote" con toda la gente en el campo, sino que se convirtió
en su referencia moral. Se convirtió en el primer colaborador de Spalletti
tanto que entonces Pío X felicitó a Don Orione: "Te convertiste en el
primer santo en el calendario de Spalletti". Y Don Orione comentó:"La
expresión me hizo temblar porque Spalletti tiene pocos santos católicos en su
calendario". [16]
Debemos superar la actitud perjudicial de rechazo y
controversia hacia la asistencia secular centrada teóricamente en la oposición
de la filantropía-caridad: la llevada a cabo por cualquiera, esta por la
Iglesia.
Debe fomentarse una relación seria con el Estado y su
legislación,para asumirla, corregirla y promoverla con valentía. Don Orione no
tenía miedo de aceptar subsidios estatales o de encajar en sus estructuras,
aunque estaba muy celoso de la libertad de enfoque y de la calidad cristiana
del servicio. De lo contrario, también dejó buenas oportunidades.
Debemos tener una confrontación seria con todas las
instituciones de bienestar. Don Orione sabía "aprender" y tomar
métodos y medios en el campo de la atención y la educación que provenían del
mundo secular. "Incluso esas formas, aquellas costumbres que pueden
parecer demasiado a nosotros, respetarlas y adoptarlas, necesitando, sin
escrúpulos, sin pequedad de mente: ¡salvar la sustancia debe ser salvado! Eso
es todo. Los tiempos corren rápido, y han cambiado un poco y nosotros, en todo
lo que no toca la moral, la doctrina y la vida de la Iglesia, debemos ir y
caminar con los tiempos y caminar a la cabeza de los tiempos y de los pueblos,
y no en la cola, y no dejarnos arrastrar para tirar de los pueblos y llevar y
los jóvenes y los pueblos a la Iglesia y a Cristo, debemos caminar hacia la
cabeza. Y luego eliminaremos el abismo que se está haciendo entre Dios y el pueblo".
[17] En su relación con las instituciones seculares y seculares Don Orione no
tenía miedo de contaminarse a sí mismo, al contrario, vio la oportunidad de
poner allí el buen fermento del Evangelio. Fue la caridad la que transformó las
relaciones con los pobres y con los que cuidaban a los pobres y sus hogares se
convirtieron en"balizas de fe y civilización".
[13] Maria Mariotti, La Chiesa a Reggio Calabria fra ottocento e Novecento,p.13, en Aa.Vv., La figura e l'opera del canonico Salvatore De Lorenzo,Reggio Calabria 1993; cf. Pietro Borzomati, Aspetti religiosi e storia del Movimento Cattolico en Calabria (1860-1919),Rubbettino, Soveria Mannelli 1992.
[14] DESPUÉS,VI, 425.
[15] Proceso Apostólico de Pío X, XVIII, p. 648.
[16] DESPUÉS, V, 77.
[17] Escritos 20, 97b.
[18] Scritti 48, 166.
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