San Bernardino niño
Frecuentaba la escuela de aquel convento; pero todos los días llegaba tarde a su casa. La tía, con un poco de razón, porque le hacía de madre, se ponía nerviosa: ¿Por qué vienes siempre tarde a casa? “Sabes, tía, hay una Señora afuera que me quiere tanto y yo también la quiero mucho”…
San Bernardino fue siempre chistoso y hasta desde el púlpito enseñaba haciendo bromas … La tía seguía sospechando un poco, se sabe, las mujeres son un poco curiosas… Aquellas que viven más en la casa desean saber y saber… Así, todas las tardes, Bernardino le hacía chistes a la tía y prima con las cuales vivía… Y las pobrecitas, curiosas querían saber, querían conocer personalmente a esta bella señora… Todas las tardes, Bernardino acrecentaba cada vez más la curiosidad de estas buenas mujeres…
La sobrina finalmente quiere saber la verdad y saliendo de su casa se escondió donde pensaba que pasaba el primo… Éste venía muy calmo, y despacio recogía flores de los campos, por los torrentes, y hacía un lindo ramo… Después la prima vió que se acercaba a la puerta de la ciudad donde estaba pintada una imagen de la Asunción de la Virgen y que se arrodillaba a rezar. Y Bernardino rezaba y cantaba, porque era tanto el fervor que le inundaba, que no podía hacer otra cosa… También los poetas, cuando tienen el ánimo exultante, cantan y cantan, y canta el alma fervorosa y cuántos santos cantaban y se alegraban aún en el lecho de muerte…!
3) Oración:
Por tu intercesión ayúdanos a vivir como hijos tuyos y como verdaderos hermanos Ruega por nosotros, María
Haz que cada uno de nosotros sepa aceptar y respetar a los otros en su diversidad y en sus defectos
Ruega por nosotros, María
Que sepamos querernos de tal manera de tener una profunda apertura de ánimo entre nosotros
Ruega por nosotros, María
