SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


martes, 30 de enero de 2018

SUEÑOS PROFÉTICOS DE DON BOSCO

 El 31 de enero se celebra la fiesta de San Juan Bosco, recordando su fallecimiento en 1888. Un santo cuya vida fue un derramar constante de milagros, en medio de un don gigantesco de guía y formación de jóvenes y adolescentes. Juan tenía una cantidad inigualable de dones: dueño de un físico superdotado, podía derrotar a deportistas profesionales en medio de proezas que sorprendían a todos. Actor inspirado, su talento para la comedia y el drama atraía a niños y adultos. Pero su amor por Jesús, a través de Maria Auxiliadora, supo darle a su vida un giro sorprendente. En pocos años se transformó en un imán que atraía a las multitudes, que sabían de los milagros sorprendentes que lo rodeaban, signo de su santidad.
Sus sueños proféticos, de los que se cuentan 159 en forma documentada, adelantaron muchas cosas que ya han ocurrido, y muchas otras que están pendientes de ocurrir. El más famoso, sin dudas, es el de las dos columnas, verdadero anticipo de la historia que espera a la iglesia y al mundo.
El 26 de mayo de 1862 Don Bosco había prometido a sus jóvenes que les narraría algo muy agradable en los últimos días del mes. El 30 de mayo, pues, por la noche les contó una parábola o semejanza según él quiso denominarla. He aquí sus palabras: «Os quiero contar un sueño. Es cierto que el que sueña no razona; con todo, yo que Os contaría a Vosotros hasta mis pecados si no temiera que salieran huyendo asustados, o que se cayera la casa, les lo voy a contar para su bien espiritual. Este sueño lo tuve hace algunos días. Figúrense que están conmigo a la orilla del mar, o mejor, sobre un escrollo aislado, desde el cual no ven más tierra que la que tienen debajo de los pies. En toda aquella superficie líquida se ve una multitud incontable de naves dispuestas en orden de batalla, cuyas proas terminan en un afilado espolón de hierro a modo de lanza que hiere y traspasa todo aquello contra lo cual llega a chocar. Dichas naves están armadas de cañones, cargadas de fusiles y de armas de diferentes clases; de material incendiario y también de libros (televisión, radio, internet, cine, teatro, prensa), y se dirigen contra otra embarcación mucho más grande y más alta, intentando clavarle el espolón, incendiarla o al menos acerle el mayor daño posible. 
A esta majestuosa nave, provista de todo, hacen escolta numerosas navecillas que de ella reciben las órdenes, realizando las oportunas maniobras para defenderse de la flota enemiga. El viento le es adverso y la agitación del mar favorece a los enemigos. En medio de la inmensidad del mar se levantan, sobre las olas, dos robustas columnas, muy altas, poco distante la una de la otra. Sobre una de ellas campea la estatua de la Virgen Inmaculada, a cuyos pies se ve un amplio cartel con esta inscripción: Auxilium Christianorum. Sobre la otra columna, que es mucho más alta y más gruesa, hay una Hostia de tamaño proporcionado al pedestal y debajo de ella otro cartel con estas palabras: Salus credentium. El comandante supremo de la nave mayor, que es el Romano Pontífice, al apreciar el furor de los enemigos y la situación apurada en que se encuentran sus leales, piensa en convocar a su alrededor a los pilotos de las naves subalternas para celebrar consejo y decidir la conducta a seguir. Todos los pilotos suben a la nave capitaneada y se congregan alrededor del Papa. Celebran consejo; pero al comprobar que el viento arrecia cada vez más y que la tempestad es cada vez más violenta, son enviados a tomar nuevamente el mando de sus naves respectivas.
Restablecida por un momento la calma, el Papa reúne por segunda vez a los pilotos, mientras la nave capitana continúa su curso; pero la borrasca se torna nuevamente espantosa. El Pontífice empuña el timón y todos sus esfuerzos van encaminados a dirigir la nave hacia el espacio existente entre aquellas dos columnas, de cuya parte superior todo en redondo penden numerosas áncoras y gruesas argollas unidas a robustas cadenas. Las naves enemigas dispónense todas a asaltarla, haciendo lo posible por detener su marcha y por hundirla. Unas con los escritos, otras con los libros, con materiales incendiarios de los que cuentan gran abundancia, materiales que intentan arrojar a bordo; otras con los cañones, con los fusiles, con los espolones: el combate se toma cada vez más encarnizado. Las proas enemigas chocan contra ella violentamente, pero sus esfuerzos y su ímpetu resultan inútiles. En vano reanudan el ataque y gastan energías y municiones: la gigantesca nave prosigue segura y serena su camino. A veces sucede que por efecto de las acometidas de que se le hace objeto, muestra en sus flancos una larga y profunda hendidura; pero apenas producido el daño, sopla un viento suave de las dos columnas y las vías de agua se cierran y las brechas desaparecen.
Disparan entretanto los cañones de los asaltantes, y al hacerlo revientan, se rompen los fusiles, lo mismo que las demás armas y espolones. Muchas naves se abren y se hunden en el mar. Entonces, los enemigos, encendidos de furor comienzan a luchar empleando el arma corta, las manos, los puños, las injurias, las blasfemias, maldiciones, y así continúa el combate. Cuando he aquí que el Papa cae herido gravemente. Inmediatamente los que le acompañan acuden a ayudarle y le levantan. El Pontífice es herido una segunda vez, cae nuevamente y muere. Un grito de victoria y de alegría resuena entre los enemigos; sobre las cubiertas de sus naves reina un júbilo indecible. Pero apenas muerto el Pontífice, otro ocupa el puesto vacante. Los pilotos reunidos lo han elegido inmediatamente; de suerte que la noticia de la muerte del Papa llega con la de la elección de su sucesor. Los enemigos comienzan a desanimarse. El nuevo Pontífice, venciendo y superando todos los obstáculos, guía la nave hacia las dos columnas, y al llegar al espacio comprendido entre ambas, la amarra con una cadena que pende de la proa a un áncora de la columna que ostenta la Hostia; y con otra cadena que pende de la popa la sujeta de la parte opuesta a otra áncora colgada de la columna que sirve de pedestal a la Virgen Inmaculada. Entonces se produce una gran confusión.
Todas las naves que hasta aquel omento habían luchado contra la embarcación capitaneada por el Papa, se dan a la huida, se dispersan, chocan entre sí y se destruyen mutuamente. Unas al hundirse procuran hundir a las demás. Otras navecillas que han combatido valerosamente a las órdenes del Papa, son las primeras en llegar a las columnas donde quedan amarradas. Otras naves, que por miedo al combate se habían retirado y que se encuentran muy distantes, continúan observando prudentemente los acontecimientos, hasta que, al desaparecer en los abismos del mar los restos de las naves destruidas, bogan aceleradamente hacia las dos columnas, llegando a las cuales se aseguran a los garfios pendientes de las mismas y allí permanecen tranquilas y seguras, en compañía de la nave capitana ocupada por el Papa. En el mar reina una calma absoluta. Al llegar a este punto del relato, San Juan Bosco preguntó a Beato Miguel Rúa: —¿Qué piensas de esta narración? Beato Miguel Rúa contestó: —Me parece que la nave del Papa es la Iglesia de la que es Cabeza: las otras naves representan a los hombres y el mar al mundo. Los que defienden a la embarcación del Pontífice son los leales a la Santa Sede; los otros, sus enemigos, que con toda suerte de armas intentan aniquilarla.
Las dos columnas salvadoras me parece que son la devoción a María Santísima y al Santísimo Sacramento de la Eucaristía. Beato Miguel Rúa no hizo referencia al Papa caído y muerto y San Juan Bosco nada dijo tampoco sobre este particular. Solamente añadió: —Has dicho bien. Solamente habría que corregir una expresión. Las naves de los enemigos son las persecuciones. Se preparan días difíciles para la Iglesia. Lo que hasta ahora ha sucedido es casi nada en comparación a lo que tiene que suceder. Los enemigos de la Iglesia están representados por las naves que intentan hundir la nave principal y aniquilarla si pudiesen. ¡Sólo quedan dos medios para salvarse en medio de tanto desconcierto! Devoción a María Santísima. Frecuencia de Sacramentos: Comunión frecuente, empleando todos los recursos para practicarlos nosotros y para hacerlos practicar a los demás siempre y en todo momento. ¡Buenas noches! Las conjeturas que hicieron los jóvenes sobre este sueño fueron muchísimas, especialmente en lo referente al Papa; pero Don Bosco no añadió ninguna otra explicación. Cuarenta y ocho años después —en A.D. 1907— el antiguo alumno, canónigo Don Juan Ma. Bourlot, recordaba perfectamente las palabras de San JuanBosco. Hemos de concluir diciendo que César Chiala y sus compañeros, consideraron este sueño como una verdadera visión o profecía.Fuente AICA

lunes, 22 de enero de 2018

TERMINANDO LA SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTINOS, PENSAMIENTOS DE DON ORIONE

SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS, DESDE EL 18 AL 25 DE ENERO.  En Enero  se celebra la Semana de oración por la unidad de los cristianos.
El artículo 8 de las presentes Constituciones de los Hijos de la Divina Providencia,se  lee: "Es el compromiso de nuestro Instituto  orar, trabajar y sacrificarse para restaurar, en la Iglesia, la unidad rota y promover por todos los medios el impulso ecuménico que el Espíritu ha suscitado en su Iglesia "


Sabemos que el tema de la '' unión de las Iglesias separadas "es una sorpresa  histórica en la vida de Don Orione y de nuestra Congregación. En epocas de Don Orione, no existía la palabra  ni existió ,  a excepción de algunos signos pioneros - iniciativas ecuménicas. Sin embargo, Don Orione, así como tenía la "conciencia de la división" entre los cristianos, experimentó el "deseo activo" para la unidad de los cristianos en la Iglesia.
Este deseo activo de la unidad aparece en todos los documentos de la primera formulación carismática, desde 1898 hasta las primeras Constituciones manuscritas de 1904. Don Orione llevó a cabo con varias iniciativas concretas. Él mismo escribió, en 1902-1903, el texto de la oración de la breve visita a la Santísima mediodía con la entonación ecuménico 1902-1903, para prolongar el "establecida por el mismo Jesucristo para la unión de las iglesias separadas" (en alusión a Juan 17 ). En él, recurrió a la intención explícita "Pel Nuestro Santo Padre el Papa y la unión de las Iglesias separadas".
El "impulso ecuménico" de Don Orione nació en el mismo carisma como una expresión de "restaurar todas las cosas en Cristo." León XIII, durante una sesión memorable de 1902, sugirió, pero no confirmó este compromiso que Don Orione ya había puesto en su proyecto de las Constituciones "Esta obra, de la unión de las Iglesias separadas -. Escribió Don Orione -me   parece una obra no sólo de la caridad, sino también de reparación de nuestra parte ".
Juan Pablo II, en la homilía de la beatificación de 26/10/1980, reconoció en Don Orione "un verdadero espíritu ecuménico."
Don Orione reconocía al Pequeño Cottolengo como su especial obra  "ecuménica":. Un ecumenismo de las miserias de la caridad recibida y entregada a todos "El Pequeño Cottolengo siempre mantendrá las puertas abiertas a cualquier tipo de miseria  material o la pobreza moral de  cualquier nacionalidad ...,a cualquiera sea la religión que sea, incluso si no tenían religión:. Dios es el Padre de todos "El Pequeño Cottolengo es un laboratorio de unidad.
El ecumenismo del amor es tal vez la contribución más específica e institucional que el fundador de la  Pequeña Obra han sido capaces de tomar para alcanzar los objetivos del carisma ecuménico.
La calidad ecuménica del Pequeño Cottolengo, y todas nuestras obras de caridad, ahora deben actualizado de acuerdo a las nuevas condiciones y posibilidades. No es sólo para hacer de bienvenida a la gente de "cualquier credo o incluso ninguna religión"; debe entrar en una relación con ellos, con sus familias, con las comunidades de su afiliación religiosa. Tanto como sea posible, lo más posible.
El Ecumenismo de la caridad: que apreciamos este camino directamente  ecuménico, que no quita nada de el diálogo doctrinal, las relaciones interreligiosas y la oración interreligiosa. el Ecumenismo de la caridad - creo -. Es nuestra expresión ecuménica
No sé quien comenzó primero a usar en la  congregación la expresión "el ecumenismo de la caridad". Recuerdo que ya lo usé en los años 80, cuando empecé a asistir, con  Don Sorani a reuniones ecuménicas de la Secretaría de Actividades Ecuménicas, en Mendola (Trento), y se escribió también en el Don Orione de diciembre 1982. Esta misma semana, recogiendo el libro Elogio de la Caridad (1968) Don Sparpaglione, me encontré con que un capítulo se titula "El ecumenismo del amor".
Hoy también, con Don Orione, continuamos  sueñar con los tiempos  que vendrán del este y del oeste  a unirse para formar los hermosos días de la Iglesia!", Hecho posible por el dinamismo de la caridad: "Nada se interpondrá en el amor de Jesucristo y su Vicario: la caridad de los obispos y sacerdotes que lo dan todo, los bienes y la vida misma, para ser holocaustos del amor divino de Dios entre los hombres Será una obra de caridad iluminada, que nada va a rechazar lo que es! la ciencia, lo que es el progreso, lo que es genial y que marcó la elevación de las generaciones humanas "(Cartas, I, p. 31).
Don Flavio Peloso

domingo, 31 de diciembre de 2017

martes, 26 de diciembre de 2017

DIACONOS ORIONINOS ASISTIERON EN LA MISA DEL SANTO PADRE


 
En la homilía de la misa, Francisco dijo que la buena noticia llegó por primera vez a los pastores, considerados como "paganos,  pecadores y  extranjeros."los  Diáconos Orioninos Anderson y Josimar asistieron a la misa del Santo Padre.