SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


viernes, 21 de febrero de 2025

SANTIDAD PARA LA MISIÓN

 


LA SANTIDAD ES PRESUPUESTO Y CONDICIÓN FUNDAMENTAL DE LA MISIÓN

La misión "se arraiga y se vive ante todo en el estar personalmente unido a Cristo: sólo si se está unido a él, como el sarmiento a la viña (cf. Jn 15, 5), se pueden producir buenos frutos. La santidad de vida permite a cada cristiano ser fecundo en la misión de la Iglesia" (RM 77, Ad Gentes 36).

 A nosotros religiosos se nos pide "La aportación específica que los consagrados y consagradas ofrecen a la evangelización está, ante todo, en el testimonio de una vida totalmente entregada a Dios y a los hermanos, a imitación del Salvador que, por amor del hombre, se hizo siervo" (VC 76).

"La santidad es un presupuesto fundamental y una condición insustituible para realizar la misión salvífica de la Iglesia... No basta renovar los métodos pastorales, ni organizar y coordinar mejor las fuerzas eclesiales, ni explorar con mayor agudeza los fundamentos bíblicos y teológicos de la fe: es necesario suscitar un nuevo «anhelo de santidad» entre los misioneros y en toda la comunidad cristiana" (RM 90).

Son palabras claras que van al corazón de la misionariedad y que nos advierten de no confundirla con protagonismo humano y activismo. Existe un riesgo: “no se puede dar una imagen reductiva de la actividad misionera, como si fuera principalmente ayuda a los pobres, contribución a la liberación de los oprimidos, promoción del desarrollo, defensa de los derechos humanos. La Iglesia misionera está comprometida también en estos frentes, pero su cometido primario es otro: los pobres tienen hambre de Dios, y no sólo de pan y libertad; la actividad misionera ante todo ha de testimoniar y anunciar la salvación en Cristo, fundando las Iglesias locales que son luego instrumento de liberación en todos los sentidos. (RM 83).

Benito XVI ha iniciado poco menos de un año su ministerio petrino, pero no pierde ocasión para afirmar el fundamento místico (la Gracia - la acción providente de Dios) de cada empeño y acción pastoral de la Iglesia. En el año de la Eucaristía, sacramento de la íntima unión con Cristo, ha recordado que ella "es el centro propulsor de la entera acción evangelizadora de la Iglesia, como el corazón lo es en el cuerpo humano. El fuego del amor, que el Espíritu infunde en los corazones, empuja a interrogarse constantemente sobre las necesidades de la humanidad y sobre cómo responderlas, sabiendo bien que sólo quién reconoce y vive la primacía de Dios realmente puede contestar a las verdaderas necesidades del hombre, imagen de Dios." [ 1[

Juan Pablo II exhorto como Orioninos a "Hacer de Cristo el centro de vuestras existencias, el corazón del apostolado: éste es el compromiso misionero que os anima; éste es el programa apostólico que Don Orione ha conducido y que conserva todavía hoy, su plena actualidad." [2]

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