SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

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jueves, 6 de julio de 2023

DECRETO DE RECONOCIMIENTO DE UN MILAGRO ATRIBUIDO A DON ORIONE


Reconocimiento oficial del milagro de Don Orione.

Roma, 7 de julio de 2003

Hoy, en presencia del Santo Padre, Juan Pablo II, se ha promulgado oficialmente el Decreto que reconoce un milagro atribuido a la intercesión del Beato Don Luis Orione, fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, “padre de los pobres y bienhechor de la humanidad doliente y abandonada”, como lo definió Pío XII, “una expresión genial de la caridad cristiana”, como dijo de él Juan Pablo II en la homilía de la beatificación.

Conforme a la tradición y a la praxis de la Iglesia, el milagro reconocido es también un signo de una ulterior confirmación de la santidad del Beato invocado. Con el Decreto promulgado hoy se abre el camino de la canonización de Don Orione. Será el Papa quien, después de reunir en Concistorio a los Cardenales, decidirá el reconocimiento de Don Orione como “santo” de la Iglesia universal. 

“El beato Luis Orione nació el 23 de junio de 1872 en Pontecurone, en la diócesis de Tortona, de una familia de trabajadores pobres. El encuentro con San Juan Bosco orientó su vida que, ya como clérigo, quiso consagrar a la educación de los niños y a las obras de caridad. Ordenado sacerdote en 1895, amplió el radio de su apostolado a los jóvenes, los enfermos, los pobres. Fundó la Pequeña Obra de la Divina Providencia, formada por sacerdotes, hermanos ermitaños y coadjutores, y la congregación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad. Con fervor y múltiples iniciativas desempeñó el ministerio sacerdotal y desplegó su actividad social, caritativa y educativa, tanto en Italia como en América Latina. En todas partes brilló por su santidad de vida y por su amor a la Iglesia y a los Romanos Pontífices. Murió el 12 de marzo de 1940.

El Sumo Pontífice Juan Pablo II lo beatificó el 26 de octubre de 1980.

En vista de su canonización, la Postulación de la causa ha sometido al juicio de esta Congregación de las Causas de los Santos la presunta curación milagrosa de Pietro Penacca, quien en 1990, a la edad de 78 años, manifestó síntomas de una enfermedad pulmonar. Los exámenes efectuados en el hospital de Alejandría arrojaron un diagnóstico de carcinoma pulmonar epidermoidal de células escamosas. Trasladado a un hospital de Milán, se confirmó el diagnóstico anterior. El pronóstico se presenta inmediatamente negativo y, dada la edad avanzada del paciente, ya muy postrado, no se consideró oportuno ni posible tratarlo con quimioterapia ni con radioterapia.

Fue dado de alta del hospital el 10 de enero de 1991, con el diagnóstico de carcinoma y la previsión de pocos meses de vida. En esta situación humanamente desesperada se recurrió a la ayuda divina por intercesión del Beato Luis Orione, invocado por el mismo paciente, que lo había conocido, por su familia, por algunos sacerdotes de la Pequeña Obra de la Divina Providencia y otras personas. Desde los primeros días de enero de 1991 el enfermo comenzó a mejorar, y rápidamente alcanzó una curación total, que inmediatamente se atribuyó a la intercesión del Beato.

En 1999, se instruyó en la Curia de Tortona un examen diocesano del caso, cuya validez jurídica ha sido reconocida por este Dicasterio con decreto del 14 de mayo del mismo año. En la sesión del 16 de enero de 2003 la Consulta médica ha reconocido que la curación fue rápida, completa, duradera y no explicable científicamente. El 4 de abril de ese mismo año se ha tenido el Congreso Peculiar de los Consultores Teólogos y el 3 de junio se ha celebrado la Sesión Ordinaria de los Padres Cardenales y Obispos, siendo Ponente de la Causa el Excmo. Mons. Andrea Maria Erba, obispo de Velletri-Segni.

Presentada posteriormente al Santo Padre Juan Pablo II una relación prolija de estos hechos por parte del suscrito Cardenal Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Su Santidad ha ratificado con su asentimiento los votos de la Congregación de los Santos, dando disposición de que se preparara el decreto sobre el antedicho milagro.

Habiéndose realizado todo de conformidad con las normas, y habiéndose convocado hoy al infrascrito Cardenal Prefecto, al Ponente de la Causa, a mí como Secretario de la Sagrada Congregación, y a todos los que se suele convocar, en presencia de todos el Santo Padre ha declarado solemnemente que: Dios ha obrado un milagro, por intercesión del Beato Luis Orione, Sacerdote, Fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia y de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad, con la curación rápida, completa y duradera de Pierino Penacca "afectado de un carcinoma pulmonar, necrótico, de células grandes, vastamente infiltrante”.

El Pontífice ha establecido que este decreto fuera publicado y conservado en las actas de la Congregación para las Causas de los Santos.

Dado en Roma, el 7 de julio del Año del Señor 2003

MILAGRO ATRIBUIDO A LA INTERCESIÓN DE DON ORIONE 7 DE JULIO

2003: Promulgación del Decreto de la Congregación para las Causas de los Santos sobre un milagro atribuido a la intercesión del Beato Don Orione, a favor de Pierino Penacca, que padece cáncer de pulmón irreversible.




Pierino Penacca es curado milagrosamente (canonización)
Natural de Momperone (AL), clase 1912, tanto él como su mujer conocieron personalmente a Don Orione cuando eran jóvenes. En los últimos meses de 1990 le aparecieron síntomas de un carcinoma pulmonar, necrótico, de células grandes, vastamente infiltrante. Fue dado de alta del hospital porque, teniendo en cuenta sus pésimas condiciones generales de salud y la edad (tenía entonces 78 años), no era posible practicarle la quimioterapia ni la radioterapia. Pierino, los hijos, algunos sacerdotes y amigos orioninos, y hasta los discapacitados del Pequeño Cottolengo de Seregno invocaron a Don Orione.
Sorprendentemente, e inexplicablemente, se produjo una curación rápida que no dejó huellas del terrible tumor ni en su cuerpo ni en los resultados de los múltiples exámenes de todo tipo a que se sometió en los once años sucesivos. En esta curación, inexplicable para la ciencia, la Iglesia ha reconocido un milagro atribuido a la intercesión del beato Luis Orione.
Papá se repuso bien y rápido, afirmaron unánimemente sus hijos. No hubo más partes médicos o manifestaciones que aludieran a la enfermedad. Pierino volvió a su vida normal: trabajaba en el campo, hacía de carpintero, tocaba el acordeón. Se mantuvo siempre animado hasta pocos meses antes de la muerte, que tuvo lugar el 2 de abril de 2001, con casi 89 años, por causas ajenas al tumor.
Fue su médico de cabecera quien empezó a albergar sospechas, desde el punto de vista científico, sobre lo que había ocurrido. Pero los familiares, que habían guardado silencio sobre el carácter prodigioso de la curación, tenían una explicación, la cual testimoniaron ante quienes llevaban adelante la causa de canonización de Don Orione.

Papá se repuso bien y rápido, afirmaron unánimemente sus hijos. No hubo más partes médicos o manifestaciones que aludieran a la enfermedad. Pierino volvió a su vida normal: trabajaba en el campo, hacía de carpintero, tocaba el acordeón. Se mantuvo siempre animado hasta pocos meses antes de la muerte, que tuvo lugar el 2 de abril de 2001, con casi 89 años, por causas ajenas al tumor.

Fue su médico de cabecera quien empezó a albergar sospechas, desde el punto de vista científico, sobre lo que había ocurrido. Pero los familiares, que habían guardado silencio sobre el carácter prodigioso de la curación, tenían una explicación, la cual testimoniaron ante quienes llevaban adelante la causa de canonización de Don Orione. 

He aquí algunos trozos del testimonio presentado el 30 de enero de 1999, durante el interrogatorio diocesano de Tortona

Sobre mi estado de salud antes de ir al hospital recuerdo solamente que me sentía mal. Recuerdo que me salía sangre de la boca y que me sentía muy débil. También recuerdo poco de mi estadía en el hospital; recuerdo más fácilmente las cosas lejanas, de mi juventud, que las recientes.
Después de haber salido del hospital, comencé a sentirme bien. Hasta fui al mar ese año en enero, porque nunca he dejado de ir al mar durante el invierno. Pero no recuerdo bien. Después de ese año, nunca he estado en cama por enfermedad, ni he vuelto jamás al hospital.
Mire, yo siempre le he rezado a Don Orione. Recuerdo cuando Don Orione venía al pueblo a pedir las ollas rotas para hacer la estatua de la Virgen de la Guardia de Tortona. Recuerdo que Don Orione me ha hecho la gracia cuando me tocaba ir a la guerra. Antes de partir, fui a mi pueblo, y con mi mujer fuimos al santuario de Tortona a pedirle a Don Orione la gracia de no tener que ir al frente. Hacía poco que había muerto Don Orione, y estaba sepultado en la cripta. Le supliqué que me hiciera quedar cerca de casa, porque estábamos atravesando una situación precaria: mis padres ya eran viejos y enfermos, y también mi mujer estaba enferma; además de nuestros hijos, teníamos los cuatro hijos de mi hermano, que había muerto unos años antes a los 37 años. Un Mayor del ejército de Tortona, al conocer mi situación, sin que yo se lo pidiera me destinó a la compañía antiaérea de Tortona y así me libré de ir al frente. Después, como sabía música me pusieron de trompetista, y con eso me libré también de disparar y de hacer la guerra. Siempre he tenido mucha confianza en Don Orione y le rezo siempre. Si estoy curado, tengo que agradecer al Señor y a Don Orione.
Ahora que estoy viejo, mi salud es bastante buena. Tengo que hacer inhalaciones y tomar medicamentos pero, gracias a Dios, sigo bien. En estos últimos años no he tenido enfermedades graves.
Don Orione me ha hecho ya otras gracias y me ha protegido también en esta enfermedad. Yo no sé qué decir sobre este hecho. Sólo me queda agradecer al Señor y a Don Orione.

Toda la familia ha rezado – ha afirmado la hija Gabriella Penacca -. Don Orione ha estado siempre presente en la familia, con su recuerdo y su devoción. Lo había conocido mamá, que es de Tortona (los “Cascinotti”); y lo había conocido también papá. Yo sabía de la gracia que le había concedido de no partir para la guerra y de que era el único que no partió.

El hijo Fiorenzo

Mi hermana me exhortaba a rezarle a Don Orione, apoyándose en el hecho de que soy un antiguo alumno de Don Orione… Don Orione es mi “protector” desde siempre … le rezo todos los días. Y por supuesto que le recé por la salud de papá..

La hija Isaura

Cuando Gabriella me comunicó el diagnóstico del tumor hecho en el San Rafael, el último del año 1990… al día siguiente fui al santuario de la Virgen de la Guardia, en Tortona; pasé directamente a la urna de Don Orione, ante la cual hice esta súplica: Sé que papá está muy grave; Don Orione, si puedes, pide al Señor que nos lo deje todavía un poco más. Todos nosotros hemos tenido siempre confianza y confidencia con Don Orione, siguiendo el ejemplo de papá y mamá.

La hija Gabriella

Cuando a las 18 de aquella tarde (del 31.12.1990) supe del diagnóstico infausto de mi papá, quedé muy afectada. Después de la cena, papá se quedó dormido y yo bajé a la capilla del hospital San Rafael. Llevaba conmigo una reliquia de Don Orione, la tenía en la mano y la apretaba fuerte. En la capilla pensaba en papá … y recé: Don Orione, dile tú (a Dios) que me deje a mi padre! Esa tarde he rezado y hablado a Don Orione mientras apretaba fuertemente una reliquia de Don Orione, casi hasta provocarme dolor … Después de la oración, y después de ese sufrimiento interior, me entró enseguida una grande tranquilidad que no sentía como nacida de mí. Tomé los adornos para hacer una fiesta de fin de año vestida de árbol de Navidad y, de acuerdo con la enfermera, pasé por el pabellón saludando a todos, deseándoles felices fiestas, y repartiendo golosinas y espumante. Me sentía contenta y serena porque a papá lo había puesto en buenas manos.

Don Angelo Pellizzari, orionino

La familia Penacca es totalmente una familia “orionina”, comenzando por la mamá, una santa, que lo había conocido y le tenía una gran devoción. Creo en la oración que todos hemos hecho a Don Orione.

Don Giuseppe Sorani, orionino

Se recurrió a la oración invocando al Señor y a Don Orione. Sobre el nexo entre el peligro de muerte en que estaba Pierino, la oración a Don Orione y la curación, yo estaba en conocimiento desde entonces.

Ennio Meneghini, enfermero y amigo de la familia

Todos juntos queríamos obtener esta gracia. Teníamos reliquias de Don Orione con las que rezábamos. Hemos rezado mucho, incluso con los muchachos discapacitados del Pequeño Cottolengo. Después sentí una seguridad y me dije: tranquilo, todo saldrá bien.