SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

Algunas de las imágenes que acompañan las diferentes entradas de este Blog pueden provenir de fuentes anónimas de la red y se desconoce su autoría. Si alguna de ellas tiene derechos reservados, o Ud. es el titular y quiere ser reconocido, o desea que sea quitada, contacte conmigo. Muchas gracias


miércoles, 13 de septiembre de 2023

DON ORIONE Y EL REY CRUCIFICADO



Cristo no tenía soldados y nunca quiso tenerlos. No derramó la sangre de nadie, ni le quemó la casa a nadie. No le interesaba que su nombre estuviera escrito en las piedras de las montañas sino en los corazones de los hombres! Este rey no hizo mal a nadie; hizo el bien a todos, como la luz del sol que ilumina a buenos y malos. Tendió la mano a los pecadores, salió a su encuentro, y se sento a comer con ellos para inspirarles confianza, rescatarlos de sus pasiones y vicios, y orientarlos, una vez rehabilitados, a una vida honesta, al bien, a la virtud.
Apoyó su mano con dulzura sobre la frente febril de los enfermos, y les curó toda dolencia.
Tocó los ojos de los ciegos de nacimiento y pudieron ver, descubriendo en él al Señor!
Tocó los labios de los mudos y hablaron, y bendijeron en El al Señor! a los sordos les dijo:"oigan", y pudieron oír; a los leprosos y marginados: "quiero limpiarles" (Mt 8,3), y les desapareció la lepra y quedaron limpios. Llevó la luz del consuelo a los tugurios y evangelizó a los pobres viviendo en el país más miserable de Palestina.
No buscó seguidores entre los grandes, ni exaltó a los poderosos (intelectuales, autoridades, ricos) sino a los humildes y pobres, siendo El mismo sumamente pobre. "Las zorras tienen guaridas, decía, y los pájaros su nido, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar su cabeza" (Mt 8,20). Vivía frugalmente, habituando a sus seguidores a la disciplina de la mortificación, de la oración y del trabajo, para fortificarlos en la vida del espíritu. El mismo les daba el ejemplo, mortificándose, rezando y trabajando mucho, santificando así el trabajo con sus manos y con su vida.
De aspecto sencillo, amante de la higiene pero sin acicalamientos; la santidad de su vida y de su doctrina era tan grande que hubiera bastado para mostrarlo como el Enviado de Dios. En sus ojos y en la frente se reflejaba una bienaventuranza celestial tan grande que ninguna persona honesta podía sentirse triste después de haber visto ese rostro.
A quien le preguntaba cómo había que vivir le respondía: "Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo; vende lo que tienes y dalo a los pobres, y si quieres ser perfecto, niégate a ti mismo, toma tu cruz, y ven y sígueme... (cf. Mt 19,21).
A las multitudes que lo rodeaban para escucharlo, o porque salía de El una maravillosa virtud de sanación, les decía palabras de extraordinaria dulzura y de vida eterna: "Les doy un mandamiento nuevo: ámense unos a otros en el Señor y hagan el bien a quien les hace el mal" (Jn 13,34; Mt 5,44).
Sobre los niños dijo que sus ángeles ven siempre el rostro de Dios y que será feliz el que se mantenga siempre niño en su corazón y puro como los niños. Bendijo la inocencia y amó a los niños con un amor sublime y divino tanto que, aunque nunca alzaba la voz, llegó a gritar: "Ay de aquéllos que escandalizan a los inocentes..." (cfre Mt 18,6).
Multiplicó los panes, pero no para sí sino para la gente. No hizo llorar a nadie; lloró El por todos, lágrimas de sangre! Enjugó, en cambio, las lágrimas de tantos y de tantas almas perdidas.
Mandó a los cadáveres que se alzaran, y ante esa voz omnipotente que decía: "Alzate", la muerte fue vencida y los muertos resucitaron a una vida nueva. Para todos tenía una palabra de perdón y de paz; sobre todos alentó un soplo de caridad restauradora, e emitió un rayo vivificante de luz sublime y divina!
Perseguido y traicionado inicuamente, desde la cruz invocó al Padre celestial con gran voz pidiendo perdón por los bárbaros que lo habían crucificado. El, que había ordenado a Pedro que guardara la espada en la vaina y que no había derramado la sangre de nadie, quiso dar toda su sangre divina y su vida por los hombres, sin distinción entre hebreo, griego, romano o bárbaro: verdadero rey de paz: Dios, Padre, Redentor de todos quiso morir con los ojos abiertos, suspendido entre el cielo y la tierra, llamando a todos - ángeles y hombres - a su Corazón abierto, traspasado: anhelando abrazar y salvar en ese Corazón divino a todos, todos, todos: Dios, Padre, Redentor de todo y de todos

DON ORIONE, EXPRESANDOSE EN ESPAÑOL

 



Durante sus dos estadías en Latinoamérica (1921-1922 y 1934-1937), Don Orione aprendió bastante de portugués y español; y aunque de forma limitada, podemos decir que tuvo un cierto dominio de los mismos.

            En el caso concreto del español, Don Orione visitó Uruguay y permaneció en Argentina unos cuatro meses durante su primera estadía; mientras que la segunda, permaneció casi tres años en Argentina, visitando también Uruguay y Chile. Esto significa que estuvo casi tres años inmersos en países de habla hispana, experimentando lo que vive todo misionero ante una nueva lengua: descubrir la importancia de hablar la lengua de la gente, experimentar diversas dificultades lingüísticas, comenzar a entender y expresarse, etc. Pero, dejemos que el fundador nos cuente su experiencia.

            Por una cuestión metodológica, algunos textos no se traducirán y otros se resaltarán para captar mejor como Don Orione utilizo del castellano.

 

Don Orione hablando en español

            Don Orione experimentó la novedad de comenzar a hablar en español: “Ahora ya hablo y predico en español” (14/9/1935) y “Ora comincio a fare qualche cosa poiché già hablo en espanol. Prega e fa pregare” (26/3/1935). Como tambien la vergüenza de no saber hablar bien la nueva lengua: “¡Figúrense ustedes cual ha sido mi embarazo encontrándome delante de tantos caballeros y damas! Traté de hacer mis cumplidos con frases españolas pero, éstas, muchas veces no me salían y entonces me la pasé haciendo unas reverencias ¡Qué feo no saber hablar! Si hubiera venido acá hablando el español ¡Cuánto más bien habría podido hacer!”

            El Fundador experimentó también uno de los problemas más comunes a la hora de hablar en otra lengua: los problemas de pronunciación. “Ayer a la tarde, fiesta de Don Bosco, le hable a los argentinos por radio, y en lengua española, pero la ‘cota’ no logro pronunciarla bien, en necesario nacer aquí” (27/4/1935).

Don Orione comparte su imposibilidad de pronunciar bien la J, refiriéndose a esta come la “cota”, posiblemente porque así pronunciaba la palabra jota (es bueno recordar en italiano la J se llama i lunga).

            Existe un testimonio del español de Don Orione. La Srta. Pelagia Aldunate Lyon, hija del embajador chileno en Italia, relata en sus Notas de viaje un encuentro con Don Orione, en el cual el Fundador habló en español. “Don Orione entiende el español así que nosotros hablábamos un español italianizado y él un italiano españolizado”.

Escribiendo en español

            En muchas de sus cartas escritas entre 1935 y 1940 podemos encontrar frases o palabras españolas, lo cual nos muestra cómo iba asimilando la nueva lengua y su esfuerzo de escribir en la misma: “Le mando la santa benedizione Pasquale a Lei, al mio prediletto, alla nipote Elisa, a todos! Vede, che parlo già in spagnolo?” (10/4/1935). Veamos algunos ejemplos:

“Almas ! Almas !

Buenos Aires, 19 de mayo [de]1937

A mi querido y gran amigo, Dr. Ambrogio Solari,

                “¡La gracia del Espíritu Santo y todos los Siete Dones de Pentecostés sean con usted, mi querido Dr. Solari, con su distinguida señ.ra [sra.] y sus queridos hijos! ¡Oh, cuánto placer me han dado tus cartas, por vía aérea, del 8 y 12 de Mayo: te doy mil y mil gracias! Me alegro de que haya recibido mi tarjeta, enviada a Niza. He vuelto bien de Brasil y, grazzias [gracias] a Dios, esto [estoy] muy bien de salud: tambien los otros de this Casa todos muy bien. Les agradezco las oraciones que ustedes, sus señ.ra e higos [hijos], por mí y mi Congregación, hicieron en Lourdes. Disfruté mucho las buenas noticias de Alejandrito, Eduardo, Daniel y Felipe y también del corderito de Jesus Noemi Maria. (...) El otro día Jesucristo me dio la gracia de liberar a una mujer poseída del diablo -en nuestra capilla de Carlos Pellegrini: ¡demos gracias a Dios!”.


“Noble Sra Doña Inéz Dorrego de Unzuè

Cerrito Capital

                Refiriéndose al humilde pedido que ayer le dirigí a su inteligente bondad al querer colocar su válida intercesión ante el señor Saturnino Unzuè, su digno desenmascaramiento, - Creo conveniente enviar el proyecto Galpón, que tanto necesita el Pequeño Cottolengo. a Claypole, para tener en cuenta tanto la ganadería como las herramientas de recolección y agricultura. El Galpón se dividiría en dos cuerpos, para caballeriza y para depósito de mais [maíz], etc. ¡Estaré profundamente agradecido a su señor esposo y siempre invocaré de Dios grandes bendiciones sobre El y sobre Vd!  ¡Dios siempre bendiga! [la bendiga]

             Don Orione”.

Incluso escribirá algunas máximas y refranes:

              "Lauda Sion Salvatorem!

               Mi madre! Acuérdome que cuando murió mi madre, quedé yo de edad de doce anos, pocos menos; como yo comencé a entender lo que había perdido, afligida fuime a una imagen de nuestra Señora y supliquéla fuese mi Madre con muchas lagrimas. Paréceme que aunque se hizo con simpleza, que me ha valido, poique conocidamente he hallado a esta Virgen soberana en cuanto me he encomendado a Ella. (Santa Teresa) [vita 1,7] (…)  

 Máximas de San Francisco de Sales Me parece que el conocimiento de todas nuestras imperfecciones, lejos de turbarnos deberìa alegrarnos, porque es un medio de enmienda. Cuanto ostenta el mundo a nuestros ojos como grande, es ilusión y mentira”.

               Junto con esto, el Fundador mezclará palabras italianas y españolas. Por ejemplo refiriéndose al barrio porteño de “Nueva Pompeya”, algunas veces escribirá Nueva Pompeya, mientras que otras veces: Pompeja o Pompeia (el nombre italiano de la ciudad de Pompeya es Pompei). Refiriéndose al Hno. Jorge Valle, podemos encontrar que escribió: Jorge, George, Giorgio (como es en italiano) y Gorge.

              Un gesto paternal de Don Orione son las pequeñas frases que escribe en castellano a los clérigos argentinos, Luis Smiriglio y Carlos Berón de Astrada, que se encontraban estudiando en Italia: “preghiamo, o miei cari Luis y Carlos, che la nostra Virgen de Lujan li mantenga forti nella pietà e perseveranti nella umiltà e vocazione”(18/9/1937). En otra carta: “Todos los dias pido al Señor per V.ds” (1/10/1937).

            Por último, Don Orione traducirá su nombre en castellano, firmando algunas veces como Luis Orione, tanto en cartas escritas a puño y letra como en telegramas o circulares: “(Don Luis Orione)”, “Sac. Luis Orione della Divina Provvidenza” y “Juan Luis Orione. Pequeña Obra de la Divina Providencia”.

Apreciaciones personales

            Luego de haber recorrido los textos del Fundador, profundizar un poco más acerca de su experiencia expresándose en español, quisiera destacar solo dos elementos:

            La experiencia personal del Fundador, en la cual cualquier misionero, o persona que viaje a un país sin conocer la lengua local, puede sentirse reflejado, pues Don Orione buscó de aprender la nueva lengua, experimentando alegría de expresarse en la misma como también la limitación idiomática.

            El deseo de adoptar otras culturas, descubriendo la importancia de hablarle a la gente en su propia lengua.

            P. Facundo Mela

14 SEPTIEMBRE, EXALTACIÓN DE LA CRUZ



Para la Iglesia es una fiesta del Señor, en la que celebramos el misterio de la cruz, la obra realizada por Cristo en ella. La imagen predominante es la de Jesús elevado en la cruz, que marca profundamente la vida y espiritualidad de los cristianos. Según la tradición, hoy es el aniversario del hallazgo de la santa Cruz (14 de septiembre del 320, por Santa Elena, madre del emperador Constantino) y de la dedicación de la basílica constantiniana levantada en el mismo lugar de la crucifixión del Señor. Cada año se celebraban en Jerusalén solemnes ceremonias que culminaban con la elevación del sagrado leño para que lo contemplase y adorase la multitud de fieles que se congregaba. En mayo del 614, Cosroas, rey de los persas, saqueó Jerusalén y se llevó la cruz a su país. Pero el emperador Heraclio derrotó a los persas, recuperó la cruz y la entregó solemnemente al patriarca de Jerusalén el 3 de mayo del 630. Esta recuperación llenó de entusiasmo a la Iglesia y particularmente a los latinos, que no tardaron en celebrar la fiesta de la santa Cruz en esta última fecha.- 
Oración: Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Cada 14 de septiembre se celebra la Exaltación de la Santa Cruz “en la que se muere para vivir; para vivir en Dios y con Dios, para vivir en la verdad, en la libertad y en el amor, para vivir eternamente”, como dijo alguna vez San Juan Pablo II.

Al llegar de nuevo la Santa Cruz a Jerusalén, el emperador dispuso acompañarla en solemne procesión, pero vestido con todos los lujosos ornamentos reales, y de pronto se dio cuenta de que no era capaz de avanzar. 
Entonces el Arzobispo de Jerusalén, Zacarías, le dijo: "es que todo ese lujo de vestidos que lleva, están en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo, cuando iba cargando la cruz por estas calles".
El emperador se despojó de su manto de lujo y de su corona de oro, y descalzo, empezó a recorrer así las calles y pudo seguir en la piadosa procesión.
Para evitar nuevos robos, el Santo Madero fue dividido en varios pedazos y repartidos a Roma y Constantinopla, mientras que un tercero se quedó en Jerusalén en un hermoso cofre de plata. Otro se partió en pequeñas astillas para ser repartidas en diversas iglesias del mundo, las cuales fueron llamadas “Veracruz” (verdadera cruz).
En la vida de los santos se narra que San Antonio Abad, al ser atacado por terribles tentaciones del demonio, hacía la señal de la cruz y el enemigo huía. Desde ese tiempo, se dice, que se hizo costumbre el hacer la señal de la cruz para librarse de males.
Otro hecho de lo poderoso y sagrado de este signo lo mostró la Santísima Virgen María, quien al aparecerse por primera vez a Santa Bernardita y al ver que la niña quiso santiguarse, nuestra Señora se persignó muy despacio para enseñarle que es necesario hacerlo calmadamente y con más devoción.

14 SEPTIEMBRE 1925, DON ORIONE SE HACE CARGO DE 50 HUERFANOS ARMENIOS


Después del genocidio armenio del 24 abril de 1915, En julio de 1924, el senador Schiaparelli hablo con Don Orione pidiéndole que se hiciese cargo del cuidado de algunos huérfanos armenios. San Luis Orione acepto la propuesta y le pidió al P. Vittorio Gatti que hiciese los arreglos necesarios para asumir el instituto con Ludovico Chigi, Grand Maestre de la Orden de Malta. En Julio de 1925, Don Orione envió sus religiosos a hacerse cargo del cuidado de los huérfanos, nombrando al P. Camillo Bruno director de dicho instituto.

El 14 de septiembre de 1925, un grupo de cincuenta huérfanos sobrevivientes del Genocidio Armenio fue recibido en dicho instituto y la Congregación se ocupó de su cuidado.

Las vocaciones armenias

La vida en dicho instituto estaba inspirada en el Sistema Educativo Paterno Cristiano de San Luis Orione, siendo una escuela de santidad y virtudes cristianas, donde “se vivía casi un clima de seminario”. El ambiente cristiano que reinaba en el instituto hizo florecer ocho vocaciones de aquel grupo de huérfanos armenios, quienes viajaron a Italia para ingresar a la Congregación el 29 de Junio de 1928