INDULGENCIA PLENARIA DE LA PORCIUNCULA O DEL PERDÓN DE ASIS
(para sí mismo o por los difuntos):
El 2 de agosto se celebra la fiesta de Santa María de los Ángeles. Y en esta fecha se puede obtener en todos los templos franciscanos del mundo, en todas las parroquias y en todas las catedrales. el que, contrito y confesado, entrara diario en la iglesita de la Porciúncula en Asís (Italia), ganara gratuitamente una indulgencia plenaria. Esto por una visión que había tenido del Señor en la misma capilla. De ahí el nombre de Indulgencia de la Porciúncula (significa: pequeña porción
1- Visitar una de las iglesias ya antes mencionadas. desde la víspera, o sea, desde el día 1º de agosto a las 12 hrs. del mediodía), día de la Dedicación de la iglesita; obteniéndose una sola vez por uno mismo, con las siguientes condiciones: rezando la oración del Señor y el Símbolo de la fe (Padrenuestro y Credo);
2- Confesión sacramental para estar en gracia de Dios, asistir a Misa y comulgar. Orar por las intenciones del Santo Padre rezando la oración del Señor (Padrenuestro) y el Símbolo de la fe (Credo) con Ave María y Gloria estas condiciones pueden cumplirse quince días antes o después, (Comentario del Derecho Canónico canon 996 BAC), pero conviene que la comunión y la oración por el Papa se realicen en el día en que se gana la Indulgencia.
3) Si desea ganarse, también, para un familiar o ser querido difunto, debe de salir del templo y volver a entrar. Pues, la promesa dice: “quien entre a la iglesita de la Porciúncula ganará Indulgencia Plenaria siempre y cuando haga todo lo que establece la Iglesia para lograrla”. Al entrar, nuevamente, deberá volver a rezar el Credo, el Padrenuestro y rezar por las intenciones del Papa. Si desea ofrecer otra Indulgencia Plenaria por otro difunto deberá volver a salir del templo y rezar lo anteriormente anotado. Y así, sucesivamente, si desea ofrecerla por más difuntos.
Tengamos en cuenta que por personas vivas sólo la podemos aplicar por nosotros mismos, no podemos aplicarla por otra persona. Por los difuntos será por todos los que queramos, entrando y saliendo del templo cuantas veces queramos.
Los enfermos lo pueden ganar desde su casa, si en verdad no pueden salir. Los familiares provean para que un Ministro de la Comunión le lleve la Eucaristía lo más pronto posible (a lo más, ocho días después del 2 de agosto).
Recordamos que la Indulgencia Plenaria es el perdón total de la culpa y la pena de los pecados que hemos cometido en nuestra vida hasta el momento en el que la ganamos. En palabras más sencillas, es como si volviéramos a nacer, nos vuelven a bautizar, se nos perdonan los pecados que hemos cometido hasta ese momento de nuestra vida y comenzamos de cero. Es importante tener el deseo de ganar la Indulgencia Plenaria; además, excluir todo deseo de cualquier pecado, incluso el venial.
Se le llama la Porciúncula -"porcioncita" – calificativo que se refiere a su pequeño tamaño, a una capillita que Francisco reparó, y a la que le tuvo mucho cariño, por estar dedicada a Santa María de los Ángeles. En torno a ella, inició su Orden, y en torno a ella quiso pasar de este mundo a la vida eterna. La sacrosanta iglesia de la Porciúncula, que el bienaventurado Francisco de Asís «amó con preferencia a todos los demás lugares del mundo» (LM 2,8), adquirió con el tiempo fama en todo el mundo católico, por el hecho de que allí el seráfico Padre dijo y obró muchas cosas maravillosas, y de un modo especial por el hecho de que fue enriquecida por una singular indulgencia, llamada por eso «Indulgencia de la Porciúncula», que desde hace muchos siglos obtienen quienes visitan piadosamente aquella iglesia.
En estos días en que se celebra el aniversario de la aprobación de aquella indulgencia por parte de Honorio III, la cual, como se cree, fue concedida al mismo San Francisco y que diversos predecesores nuestros confirmaron a lo largo de los siglos