NI ARROGANTES, NI
MIEDOSOS
Non progredi,
regredi est. ¡Detenerse, es retroceder!
hay que actuar
bien;
hay que hacer más.
¡Mucho, pero mucho más!
Con la confianza puesta en Dios, -y no en nosotros- ¡adelante con ánimo levantado, con corazón grande y con gran decisión!
¡Dios está con nosotros y nos da su fuerza! ¿A quién temeremos? [Salmo 27,1]
¡En las huestes de Dios no hay lugar para el desaliento: somos soldados de Cristo y por tanto, debemos rezar, fijos en El nuestros ojos, y sin ningún temor; antes bien, nuestra confianza ha de ser superior a nuestras fuerzas: porque Dios está con nosotros! [Judit 13,11]
¡No se preocupen por las dificultades o por el poco fruto, y permanezcan unidos en la caridad de Jesucristo!
Su vida estará llena de sufrimientos y espinas... Pero no lo duden: ¡Dios está con ustedes si son humildes y están con Dios! Tomen su carga con fe, con viva fe y confianza en el Señor, pues la carga les viene de Dios y Dios está siempre junto a ustedes.
Que su fervor no sea inestable, inconstante, independiente o insubordinado a la más férrea disciplina, como debe ser la de la vida religiosa; sino celo ferviente, constante, iluminado; celo grande e inflamado, pero prudente en la caridad.
Sin un lúcido espíritu de iniciativa ciertas obras no se hacen; sobreviene el estancamiento, y su vida ya no sería apostólica sino pura fosilización, ¡o muerte lenta! ¡Adelante, pues!
¡Es cierto que no
se puede hacer todo en un solo día, pero no hay que morir encerrados en casa o
en la sacristía: fuera de la sacristía!
Nunca hay que perder de vista la iglesia y la sacristía; más aún, nuestro corazón debe estar siempre allí, la vida allí, donde está la hostia. Pero, con la prudencia debida, hay que lanzarse a otros trabajos, no quedarse solo en lo que se hace en la iglesia.
¡Fuera toda pusilanimidad!
Lejos de nosotros toda pusilanimidad detrás de la cual se oculta tal vez la pereza y la estrechez de ánimo. La pusilanimidad es contraria al espíritu de nuestro instituto, que es valiente y magnánimo.
Carta del 12-I-1930,
Un Profeta...
75-76 [Lettere II, 71-78].