SABÍAS ?

MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA BARRANQUERAS

SABES LO QUE SIGNIFICA MLO? SIGNIFICA MOVIMIENTO LAICAL ORIONITA

¿ Y SU ORIGEN? :

El MLO tiene su origen en Don Orione el cual durante toda su vida, ha comprometido a los laicos en su espíritu y misión para "sembrar y arar a Cristo en la sociedad".

¿Quiénes integran el movimiento?
Todos aquellos laicos que enraizados en el Evangelio, desean vivir y transmitir el carisma de Don Orione en el mundo...

¿Cuál es el fìn del MLO?

Es favorecer la irradiación espiritual de la Familia orionita, más allá de las fronteras visibles de la Pequeña Obra.
¿Cómo lograr esto?

A través del acompañamiento, animación y formación en el carisma de sus miembros,respetando la historia y las formas de participaciòn de cada uno.

¿Te das cuenta? Si amás a Don Orione, si comulgás con su carisma, si te mueve a querer un mundo mejor, si ves en cada ser humano a Jesús, si ves esa humanidad dolorida y desamparada en tus ambientes, SOS UN LAICO ORIONITA.

¿SABÍAS?
El camino y las estructuras del MLO, se fueron consolidando en las naciones de presencia orionita. Al interno del MLO y con el estímulo de los Superiores Generales , se juzgó maduro y conveniente el reconocimiento canónico del MLO ... así fue solicitado como Asociación Pública de Fieles Laicos, ante la Congregación para la vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica (CIVCVSA) y fue aprobado el 20 de noviembre de 2012.

Y BARRANQUERAS, SABÉS DONDE QUEDA? en el continente americano, en América del Sur, en ARGENTINA, y es parte de la Provincia del CHACO.

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lunes, 23 de enero de 2023

SOLO QUIEN TIENE BUEN ESPIRITU

No se puede, no se debe tolerar a aquellos que no manifiestan un buen espíritu.

También el Santo Padre lo dijo hace algún tiempo y lo ha repetido hace algunos

meses a una respetabilísima orden, y orden que goza de gran prestigio en la Iglesia: “Cortad aquellas ramas que no son vitales...” y ha dicho el santo Padre: “Mejor equivocarse y echar a alguien que podría valer antes que dejar uno que perjudique y sea relajado”.

Y yo esto lo sé por dolorosa experiencia. Y, desde los primeros años de nuestra

Pequeña Obra; deberíais comprobar la sabiduría de este principio.

Tenemos necesidad de un sólido espíritu para no alejarla bendición de Dios de la

casa y de la Congregación y para no cargar la deshonra sobre todos los demás.

(...) Recomiendo sintonizar con la encíclica del santo Padre y con las orientaciones, emanadas hace pocos años, sobre la manera de proceder en la

formación de buenos religiosos, y sobre la firmeza con que actuar en la dimisión,

sin piedad equivocada, sin paternalismos, de quienes no ofrecen garantía.

No debemos ser ni abuelos ni abuelas, sino que debemos ser padres y madres y

sobre todo ejecutores de las directrices que vienen de Roma, tanto más cuanto mayor es la unión al Vicario de Jesús en la tierra que muestra nuestra Congregación.

Es necesario no tener a aquellos que no quieren formarse, los duros a doblegarse,

a forjarse, a costa de equivocarnos y echar a quien pudiera valer. Alejar, alejar.

Mejor perder alguna vocación antes que permanezca en la Congregación quien

ofenda al Señor, quien no observe los santos votos, quien no sea observante de las santas Reglas, quien no sea un religioso digno. Yo me he extendido hasta donde he creído conveniente deciros, esta mañana, antes de recibir los santos votos. He sentido el gran deber de conciencia de deciros estas cosas, porque pretendo alejar el peligro de que esta Congregación nacida de la Divina Providencia y sostenida por María Santísima no vaya a dar frutos de vida eterna, que es el fin para el que la misericordia de Dios y su providencia la han hecho nacer...

Todos nosotros hemos venido a esta Congregación para vivir en una familia fervorosa y observante. Si fuese únicamente para entrar, para encontrarnos en una Congregación relajada, pienso que ni yo, ni tampoco ninguno de vosotros habría venido.

Florecen las congregaciones que mantienen el espíritu de la fundación, el espíritu de oración, de humildad, de pureza, con el que nacieron. Aquellas congregaciones que se tambalean, que se van enfriando, que se van abandonando, que se van relajando, finalmente van a morir... Y desgraciadamente, vemos que Congregaciones antes muy florecientes han quedado con pocos miembros o han

sido abolidas del todo por la Iglesia.

El Señor bendice a aquellos que son buenos religiosos, aquellos que viven la profesión religiosa y no a aquellos que, hecha la profesión religiosa, practican una

virtud que no es religiosa.

<<...Recemos al Señor “ut mittat operarios in messem suam”, que envíe buenos

y celosos sacerdotes a su mies, buenos clérigos a los seminarios, buenos laicos a los barrios; jóvenes y hombres deseosos de abandonar el mundo, llenos de fe y

fortaleza y amantes del trabajo para su santificación.

Pero que sean de buen espíritu. Que sean de buen espíritu o que no vengan; de

lo contrario habría el “multiplicasti gentem et non magnificasti laetitiam”; multiplicaremos el número, pero no creceremos para la gloria divina, y en lugar de

edificar, destruiremos, porque Dios no estará con nosotros, y en lugar de cumplir

los designios de la Divina Providencia, los arruinaremos, con grave daño del alma

de nuestros prójimos y de nuestras propias almas.

Lo repito: es preferible que no exista la Obra de la Divina Providencia, antes que

acoger en ella personas que no vivan de un gran amor de Jesús, de la Virgen

Santísima, del Papa y de las almas...

Fuente: El Espíritu de Don Orione, Vol I