Don Orione a menudo señaló a la Familia de Nazaret como modelo de vida
cotidiana activa y contemplativa, simple, sacrificada, conducida por la
obediencia a la voluntad de Dios. Hablando de las "lecciones" de Nazaret
y de la santa Familia, Don Orione observaba:
"En esta familia se trabajaba mucho; también en nuestra familia
religiosa debe estar el trabajo contínuo; no sólo rezar, sino también
trabajar. La de ustedes es vida contemplativa y de trabajo al mismo
tiempo. Cuando estén delante del Santísimo Sacramento, recen, estén
todas en Dios, no piensen en nada, piérdanse, por así decirlo en Dios.
En cambio, cuando obren, cumplan bien su deber como y porque lo quiere el Señor". (77)
El Sí obediente unifica acción y contemplación en aquel que ama a Dios y
sirve al prójimo. Camino a la santidad es conocer y responder Sí a la
voluntad de Dios. Leamos al respecto otra bella página de Don Orione.
"¡Fiat! Pronuncien esta suave palabra, oh hijos y amigos míos,
pronúncienla en cada respiro, en cada latido del corazón, en cada
movimiento de los labios. Dios la comprenderá siempre en el modo en el
cual quieren que él la comprenda, ahora como oración, ahora como acto de fe en la duda, como acto de esperanza en el temor, y siempre como acto de amor.
¡Fiat! ¡En tus manos, pues, en tus manos, oh mi Dios!...Trabaja,
trabaja este fango, oh mi Dios, dale una forma y después despedázala
otra vez, ella es tuya y de quien hace las veces de Ti, y no tendrá
nunca más nada que decir...Sufrido, elevado, abajado, útil para algo o
inútil a todos, yo te adoraré siempre y seré siempre tuyo, ¡oh mi Dios! ¡Ninguno me separará de ti! En las alegrías y en los dolores seré siempre tuyo,
oh dulcísimo amor mío, Jesús. Solitario e ignorado como la flor del
desierto, errante como el pájaro sin nido, siempre, siempre, Señor y
amor suavísimo de mi alma, saldrá de mis labios la palabra sumisa de
aquella que me has dado por Madre: ¡Fiat! ¡Fiat! ¡Hágase en mí según tu palabra!". (78)
Espiritualidad de mangas arremangadas! Don Flavio Peloso.
77. Parola (10.1.1932) en Don Orione alle Piccole Suore Missionarie della Carità, p. 342 ss.
78. La scelta dei poveri più poveri, o. c., p. 144-146.